Siguiendo el Camino del Cid por carretera, el ramal de la
Conquista de la Valencia conduce al viajero al barranco del Carraixent, pero
antes de cruzar el puente le sorprenderá un lugar vinculado de forma dramática
a la ciudad del Turia.
Allí junto al camino de Barcelona se encontraban los
cementerios destinados a los desamparados y los ajusticiados, lugar donde sus
cadáveres tras ser ahorcados en la plaza del Mercado de la capital, fueron
expuestos hasta bien entrado el s.XIX, recibiendo sepultura en el cementerio
ubicado frente a la ermita. Encargándose de todo ello la Cofradía de Nuestra
Señora de los Santos Inocentes Mártires. Benemérita institución a quien se debe
la construcción del primitivo santuario, el cual fue demolido y reemplazado en
1940 por el actual.
El edificio cuenta en la entrada con un pequeño jardín
cerrado por una verja. Sobre la puerta adintelada se halla un retablo cerámico
con la imagen de la titular y la leyenda: ““Mare dels Desamparats / Jamai ens desampareu
/ Ni en la vida ni en la mort / Ni en lo Tribunal de Deu'”. levantándose sobre
ella la espadaña de dos cuerpos y tres huecos con sus campanas Tiplet (1995),
Caterina (1716) y Desamparados (1942).
El interior es de una sola nave con bóveda de cañón y arcos fajones que
arrancan de las pilastras adosadas. Las paredes laterales se hallan decoradas
con arcos de medio punto sostenidos por columnas y pilastras estriadas. El
retablo del altar es barroco guardando en la hornacina acristalada la imagen de
la Virgen de los Desamparados, patrona de la población.
Lectura: 1
Samuel 31,11.13
Oración: Padre. En este lugar evocador de tantos hombres y mujeres que
mueren sin la cálida mirada de un ser querido, rezo por ellos. Por quienes en
este lugar recibieron sepultura y por los que cada día, como Saúl, en los
márgenes, a extramuros de las ciudades, abandonados por todos, en la soledad
abandonan fríamente este mundo. Antes de partir experimenten en su interior la
mirada maternal de María, Madre de los Desamparados.
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