viernes, 4 de octubre de 2019

Alcoi. Baradello de Molla.


El peregrino necesita jornadas de descanso, hallando lugares donde lee la Palabra de Dios, ora y contempla. Ascendiendo desde estación eléctrica ubicada en la calle Barranc dels Sinc de Alcoi y siguiendo la CV-796 (acceso a la Sierra Mariola), después de atravesar el oscuro túnel y el Preventorio entra en el complejo espiritual Baradello de Moya, construido a instancias del sacerdote natural de Atzeneta de Albaida D. Cirilo Tormo Durà (1911-1995), quien sirvió a la ciudad de Alcoi como párroco de San Roque y San Sebastián y la arciprestal de Santa María. En la primera reconstruyó el templo arrasado por las bombas durante la Guerra Civil, además creó colegios, guarderías, el Preventorio La Asunción Mariola (1955) destinado a los niños y niñas tuberculosos y, entre los parques naturales de la Font Roja y de Mariola, en 1955 el albergue-casa de ejercicios y retiro Baradello de Moya, asistido por un grupo de mujeres seglares. Posteriormente en 1991 el lugar fue cedido a la fundación canónica creada a tal efecto y veinte años después los estatutos fueron adaptados a las circunstancias del  momento.
La Casa de Espiritualidad y Pastoral Juvenil está integrada por la Casa de D. Cirilo, destinada a retiros y convivencias; la Casa de Espiritualidad, antigua masia siguiendo el estilo del las viviendas rurales alicantinas; Casa de Retiro o del Guarda y el Albergue de Pastoral Juvenil.
El peregrino se detiene a orar en las capillas presididas todas ellas por el Sagrario y el Crucificado, al que acompañan las imágenes de san José, san Roque, la Milagrosa, la Inmaculada y los cuadros dedicados, entre otros, al Sagrado Corazón.
Todo el espacio rezuma paz, silencio, luz, presencia del Dios que transforma el jardín en un Edén o Paraíso Terrenal.
Lectura: Lucas 1, 11-12
Oración: 
Padre, como Zacarías, entro en la capilla, para ofrecerte el incienso de mi oración. Y allí, en el altar del Sagrario se encuentro tu Hijo, acompañado por el ángel. Abre mis ojos interiores para que al ver tu Presencia sienta sobrecogimiento y temor. Que nunca me acostumbre a encontrarme con tu Hijo en la Eucaristía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario