Después de
abandonar el Camino de San Blas, visitar la ermita de san Antonio y la iglesia
de san Lorenzo el peregrino inicia la ascensión hacia Carrícola, el pequeño
municipio situado a 425 metros sobre el nivel del mar.
Huertos de
caquís, naranjos y olivos, huertas cuidadas con esmero, y las arcadas de la
fuente del Gatell y los barrancos de Les Passeres y L’Arcà, acompañan hasta el
lavadero y la iglesia parroquial de san Miguel. Calles estrechas bellamente
decoradas con modernas obras de arte le guían hasta el edificio consistorial de
líneas renacentistas con el reloj y la
fuente.
Pero no se
detenga el caminante contemplando las construcciones decimonó-nicas, avance
hasta hallar la ladera sobre la que se alza la ermita. Mire a lo alto,
contemple la sierra, el Benicadell a su izquierda y a la diestra la torre
almohade de los siglos X-XII protegida por la fortaleza cristiana alzada
durante el siglo XIII. Lugar al que ascenderá después del encuentro con Cristo,
contemplando desde allí el Castillo de Xàtiva y el valle blanco, de cabellos
rubios durante el otoño.
Desde la calle
arranca el calvario con los cipreses, las catorce estaciones blancas con las
escenas de la pasión representadas en azulejos de cerámica valenciana y las
estrofas invitando a conmoverse ante el dolor de Cristo.
La ermita es
pequeña, con tejado a doble vertiente, fachada rematada por espadaña sencilla
de hierro sustentando la campana de 2 kg. Santísimo Cristo del Calvario, fundida
en 1920. Una amplia puerta de metal con ventana romboidal permite al orante
arrodillarse ante la imagen del crucificado, esculpida durante el siglo XIX y
contemporánea al edificio. El rostro inclinado tras el último aliento, el
corazón traspasado invitan al silencio contemplativo.
Lectura: Zacarías 3, 8-10
Oración: Padre,
abro la Biblia al azar y leo el oráculo sobre “el Germen”, escrito por tu
profeta. “Mirad, voy a hacer venir a mi siervo ’Germen’, mirad la piedra que
pongo ante Josué, es piedra única con siete ojos”. Fundido por el fuego de la
pasión, sin oxígeno, tu Hijo es piedra para descanso de este pecador.
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