miércoles, 31 de enero de 2018

Albaida. San José.


El peregrino se adentra en la ciudad “La Blanca”, “Al-Baida”, fundada por los árabes en este valle de paisajes ondulantes de camadas de armiños descendiendo hacia la presa de Bellús.

Desde la Iglesia Arciprestal de la N.S. de la Asunción y el Palau dels Mila i Aragó comienza el caminante a recorrer la larga calle de 512 metros. Esta cuenta  con diversas denominaciones (Major, l’Ereta, Verge del Remei y Arqueoleg Ballester), contemplando la diversidad de fachadas, para adentrarse en el barrio de san Antonio, cuyas casas comenzaron a construirse durante los años 1771-1800 (web municipal).

Es allí donde alcanza la ermita, alienada con las viviendas limítrofes, cual casa de Nazaret, “otra moderna, edificada en 1913, en la calle de san Felipe, dedicada a san José” (Carlos Sarthou Carreres, Geografía del Reino de Valencia, 1913).

La fachada de frontón cuenta con tímpano de abanico orlada con fajón de ladrillos rojos, dos óculos o ventanas pequeñas redondas, entre los cuales está la lápida con el nombre del titular, remates piramidales y cruz de piedra con brazos lobulados. El interior es sencillo y majestuoso, formado por pilastras con capiteles jónicos, un friso gris y blanco, sobre el que se sustenta una escocia que bordea el techo plano. Entre las dos puertas de madera se alza el retablo neoclásico compuesto por dos columnas, frontón curvado, jarras en la esquina y el nicho central donde se venera una pequeña imagen de san José (cf. Lluch Garin, Ermitas, II, pg. 133, año 1969).

La campana anclada entre  el muro y la pared, fue fundida en 1940, pesando 27 kg. y fue “regalo de las devotas del barrio de san Antonio” (campaners.com).

Lectura: Cantar de los Cantares 1,17

Oración: Padre, por segunda vez abro la Biblia y me ofreces la canción del amado y la amada. “El techado de nuestra casa es de cedro / y nuestro artesonado, de enebro. / Soy narciso de la llanura, / una rosa de los valles”. Alzo la mirada a la ermita, tu hogar, donde el alma, la amada, encuentra al Amado, Tú, mi Dios, la Mirada, la “Llama de Amor viva que tiernamente hieres”.130. Albaida. Cristo del Calvario.

 

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