Prosigue el
Camino del Cid en su avance hacia Alicante, caminante y cicloturista atraviesan
Montaverner, el “paset” del río Albaida y siguiendo un tramo del sendero
prosiguen por el Camino Real, tomando el camino que le cruza, descendiendo en
busca del río y ascendiendo hasta la
colina donde se alza el municipio de Bufali, antaño dominio del Marqués de
Albaida y anejo de la parroquia de San Juan y Santiago de Montaverner
(1535-1574), retoria de moriscos, servida desde la Guerra Civil hasta
principios de 1995 por el párroco de esta localidad.
Recorre el
caminante y el cicloturista la serpenteantes calles Virgen de Loreto,
l’Església, Hispanidad y la Pau contemplando el templo reedificado los años
1885-1887 después de la riada de san Carlos (4-5 noviembre 1864), la casa
consistorial y el polígono industrial. Adentrándose en él halla el camino que
le conduce a la ermita dedicada al patrono de la población, el Cristo de la
Pobreza.
Esta preside
el calvario cuyo dibujo copia el plano de la plaza de san Pedro de Roma, con
los brazos abiertos al peregrino, mostrándoles en las estaciones del vía crucis
las huellas del Amor apasionado de Cristo, encalando la mirada hacia lo alto en
cada uno de los cipreses.
La ermita es
sencilla, austera y bella en las formas. De portada con arco escarzano o
reducido, óculo redondo, espadaña, campana “Cristo de la Pobreza” fundida en
Santander el año 2007, cornisa curva o mixtilínea y cruz coronando el edificio.
En su interior
se veneran la imagen del titular, donada por una familia de Montaverner, Virgen
de los Desamparados y Virgen de los Dolores, sufragadas por vecinos del
lugar.
Lectura: 1 Samuel 12,24
Oración: Padre, tomo
la Biblia en mis manos, mientras me abandono en la paz de este espacioso lugar
sagrado. Te escucho en el silencio “temed solo al Señor y servidle
sinceramente, con todo vuestro corazón, pues habéis visto lo mucho que he hecho
por vosotros”. Interiorizo la frase, repitiéndola, dejando florezcan los
pensamientos.
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