lunes, 3 de diciembre de 2018

Agullent. Ermita vella de sant Vicent Ferrer.


El Camino de San Vicente Ferrer recorre los diversos puntos de la geografía valenciana, española y europea, siguiendo las huellas de quien a finales del siglo XIV y principios del siglo XV, llevando una vida apostólica, invitó a temer a Dios y darle honor, abandonando toda riqueza y escogiendo como norma de vida los preceptos bíblicos.

Y el peregrino, después de visitar la iglesia parroquia de san Bartolomé y el antiguo convento dominico de san Jacinto, habiendo bebido en las saludables aguas de la Font Jordana inicia el ascenso hacia los dos lugares vicentinos de Agullent, unidos por el vía crucis.

La pequeña ermita tiene su origen en el antiguo eremitorio del siglo XV, lugar donde en 1409 se retiraba a orar y el milagro allí obrado el 3 de septiembre de 1600.

Sufría la población los efectos catastróficos de la peste. Una noche, habiendo el matrimonio custodio de la ermita cerrada la puerta, vio el marido entre los resplandores de la luz producida por la lámpara de aceite a un fraile dominico rezando ante el altar. Asombrado buscó a su mujer, entrando en el lugar, no hallando al religioso convocaron a los vecinos quienes llegando allí presenciaron la caída de la lámpara, sin esta romperse. Llamado el sacerdote este procedió a ungir a los apestados, sanando todos.

Siglos más tarde, en 1976 fue reconstruida sobre los cimientos de la antigua, siendo bendecida dos años después.

El actual edificio es de reducidas dimensiones, rectangular, blanco, con tejado a dos aguas y fachada con puerta y panel cerámico del titular.

En el retablo neoclásico del interior se venera la imagen del san Vicente, talla esculpida a mediados del siglo XIX.

Lectura:  2 Corintios 4, 7

Oración:  Padre, retirado en este lugar, escucho tu voz, “llevamos este tesoro en vasijas de barro”. Miro mis manos, mi vida, mi forma se ser. Como el “Pare Vicent”, soy barro, pero no una arcilla muerta, sino viva, porque contiene tu luz, la Palabra de tu Hijo y el fuego de tu Espíritu.

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