Subiendo por
el camino real de Gandía a Ontinyent, de la costa valenciana a la meseta
castellana, del mar a la tierra, el peregrino avanza hacia la ciudad industrial
y laboriosa, Ontinyent, capital de la comarca del Valle del Albaida, tierra de
gente trabajadora.
Si bien antaño
eran estas tierras cultivadas y sembradas de ajos, origen de la fiesta del
Cúgol. En el presente se alzan las naves herederas muchas de ellas de las siete
máquinas de cardar e hilar lanas, capaces de producir más de 63.000 varas de
paños, 6.000 sayales, 42.000 de lienzos,…
Sumergida en
el polígono industrial de “El Pla” y cual carpintería de José e hijo Jesús, se
alza la ermita dedicada al patrono de los obreros.
Su origen se
remonta a principios del siglo XX, cuando los franciscanos promovieron la
construcción de un templo con escuela y vivienda para el maestro. En 1913 fue
bendecida la primera piedra y en 1919 abierta al culto, reformándose en 1989.
Exenta, sin
edificios colindantes, con un pequeño jardín cercado por la valla, se levanta
el santuario.
Este se divide
en la ermita y la casa del ermitaño y antigua escuela. La fachada de estilo
gótico indefinido, según anotó Luis B.
Lluch Garín, consta de puerta con arco ojival, cornisa de línea piramidal,
cortada en su vértice por espadaña con jarrones de adorno (cf.L.B. Lluch
Garín). Esta alberga la campana con la inscripción “SAN JOSE DEL PLA ONTENIENTE
AÑO 1941”, cuyo es de 38 kg. (campaners.com).
El interior
amplio, majestuoso y rectangular se halla presidido por el ábside pentagonal
con el retablo de san José en el centro y los cuadros de las visiones de san
Francisco. Venerándose en los altares las imágenes de la V. del Rosario, san
Antonio Abad y el Niño Jesús de Praga, siguiendo la descripción del ermiteador
valenciano.
Lectura: Eclesiástico
22, 1-2
Oración:
Padre me
adviertes del peligro de ser una persona perezosa, “todos silban al ver su
indignidad”. Que nunca me deje llevar por la comodidad y ociosidad, sino haga
de mi vida un taller donde las gotas de sudor se diluyan en las de José y
Jesús.
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