Desde la
ermita de san Antonio, siguiendo una senda el peregrino desciende hacia la
hondanada del barranco, contemplando frente a él la ermita “Redona”, dedicada a
la Virgen de Gracia.
El terreno
antaño “plantado en su mayor parte de viñas, algunos olivares, algarrobos,
higueras, moreras, panizos, árboles frutales y en las colinas o cerros
inmediatos por pinos, arbustos y malezas” (Mádoz, 1846) ha sido transformado
por los chalets que se alzan en la ladera.
Ubicada
mirando al sur el conjunto monumental se distribuye en la plazoleta, el templo
y la casa del ermitaño, dominando por el color de la piedra caliza y las tejas
de las cubiertas. La fachada rectangular conserva del edificio original las
pilastras acanaladas y el óculo, rematándose con la espadaña de frontón
triangular y vano con arco de medio punto sin campana.
La ermita fue
“fundada por el clero de Beniganim con el concurso de los buenos cristianos, ya
en el primer tercio del siglo XVI, vísperas de llegar a sus alrededores los
franciscanos que tanto amaban a la Virgen de Gracia y que en adelante habían de
cuidarla con esmero. Hallada una pequeña imagen gótica en escultura de la Virgen,
de tamaño de un palmo y medio, se le agregó la casita del ermitaño, con el
huertecito adjunto y un pozo de inmejorable agua, contando con el altar de la
Virgen de Gracia con retablo pintado, cuadro de la dicha Virgen y a ambos lados
en hornacinas de nogal la imagen hallada y el conjunto de san Joaquín, santa
Ana y la Virgen Niña”, le contó el padre Carlos a Luis Lluch Garín, en su
artículo publicado por Las Provincias en 1969.
Durante
décadas apenas era un ruinoso edificio, cambiando su destino merced al taller
de empleo municipal, cuyo equipo de profesores y alumnos restauró el eremitorio
en 2012.
Lectura: Hechos 23, 11
Oración: “¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio en
Jerusalén de lo que a mí se refiere, tienes que darlo en Roma”, te escucho Padre
y te pido me ayudes a tener valor para cambiar mi vida y así ofrecer en todos
los lugares, un testimonio veraz, desde el silencio de la oración y mis obras.
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