martes, 15 de mayo de 2018

Llutxent. La Consolación.


El peregrino entra en el paraje del “Mont Sant”, escenario del “Miracle dels Corporals” y lugar donde   se alzaron siglos después el convento dominico Corpus Christi y cinco ermitas dedicadas a la Virgen del Rosario, san Luis, san Jacinto, santa Ana y N.S. de la Consolación (Mádoz), conservándose la última. Edificada en 1772 sobre el eremitorio de los santos Cosme y Damian, a instancias del caballero catalán Gabriel Serra y su esposa Paula Rius, bajo cuyo patrocinio entronizaron la imagen de N.S. de la Consolación, traída desde el hogar familiar de Barcelona. Fallecidos sin descendencia fue legado a la familia Rius, sirviendo por disposición testamentaria como escuela pública regentada por el ermitaño, quien enseñaba la “cartilla” a los niños. Fue el sacerdote valenciano  D. Alfonso Roig Izquierdo (Bétera 1903—Gandía 1987), receptor por donación del lugar,  quien  habiendo servido en la parroquia de Pinet (1927) y tras su jubilación encontró en este lugar el “refugio de paz, silencio y aislamiento, valores difíciles de encontrar”, acogiendo allí a numerosos escritores y artistas.

El edificio tiene la estructura de una “mas”, con las dependencias y la iglesia unida al edificio. El mismo D. Alfonso Roig lo describió en el libro posteriormente editado por Juan Honorio Huguet Gil, Ermita de la Mare de Déu de la Consolació.

 Cuenta con campana fundida en 1770 situada en la espadaña. En el interior de planta de cruz latina y bóveda de medio cañón sobresalen: los paneles de cerámica de Manises (s. XVIII), el  camarín con la imagen de la titular y la cúpula con vidrieras del pintor de la escuela de París Alfred Manessier.  Aquí se celebró por primera vez en España una oración con los hermanos de Taizé.

Lectura: Eclesiástico 42,15-43,44

Oración: Padre. La presencia de tu hijo  sacerdote D. Alfonso Roig permanece viva. Al leer tus palabras se escucha el latido de quien en este lugar leyó los mismos versos y se alimentó de ellos para amarte contemplando la belleza de la creación, “el sol radiante” y con el sabio rezarte: “¡Qué deseables son tus obras!, paz es lo que siento, presencia de Ti, el Amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario