El caminante
peregrina al corazón de Beniganim y meta de miles de devotos, el convento donde
ella vivió cincuenta y dos años. Aquí
tomó el hábito en 1644, muriendo después de una vida de oración, pobreza
y servicio el 21 de enero de 1696, determinada por numerosas experiencias
místicas.
La historia
del lugar hunde sus raíces en Alcoi el año 1597, cuando el arzobispo de
Valencia san Juan de Ribera, tomando la regla de san Agustín y las
constituciones de santa Teresa de Jesús fundó un convento de clausura. Denia
(1604), Santa Úrsula (1605), Almansa (1609), L’Ollería y Beniganim (1611)
fueron las ramas de este árbol.
Al monasterio
se trasladaron ocho religiosas de Santa Úrsula, comenzando la construcción del
monumental recinto religioso, sobresaliendo la iglesia con la fachada tosca con
puerta adintelada, bajo relieve, frontón triangular y sendas espadañas
laterales albergando las campanas Josefa Antoni (refundida en 2000, 77 kg.),
Beata Agnes de Beniganim (1940, 152 kg.), Agustina (1962, 43 kg.) y Purisima
Concepción (1940, 68 kg.).
La iglesia de
estilo renacentista fue construida durante el siglo XVI, contando con claustro,
crucero, cúpula, presbiterio con ventana abierta a la clausura y templete con
la imagen de la cotitular, la Purísima Concepción, y seis capillas laterales.
En una de ellas se halla el sepulcro de bronce dorado y combados de cristales
donde hasta su desaparición en 1936 se veneraba el cuerpo de la Beata.
En el recinto
monástico rodeado por una alta tapia de mampostería se hallan las celdas de las
agustinas descalzas, capillas, huerto y la Casa Recuerdos de la Beata Inés de
Beniganim donde a través de seis salas el peregrino se sumerge en los recuerdos
de esta gran mujer.
Lectura: Daniel 9, 4-6
Oración: Padre, en
este lugar leo la oración de Daniel, quedándome con estas palabras, “no hicimos
caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre”, a personas como la
beata Inés que me habla de tiempo dedicado a la oración, pobreza y olvido de mi
mismo, de una vida de sencillez en el claustro de las calles.
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