martes, 15 de mayo de 2018

Llutxent. Corpus Christi.


Dos son los caminos que recorren los claustros y celdas del convento Corpus Christi de Llutxent: la Ruta de los Monasterios (GR 236) y la Ruta de los Sagrados Corporales. La primera une Sant Jeroni de Cotalba (Alfahuir) con La Murta (Alzira) , mientras la segunda, movida por milagro ocurrido el 24 de febrero de 1239, hermana Llutxent con Daroca (Zaragoza) y Guadazaón (Cuenca), donde se venera la hijuela.
El Monte Santo tiene sus raíces en el conocido milagro de los Corporales, escondidos ante el ataque musulmán, después de  batalla librada en el cercano castillo de Xió los hallaron ensangrentados. Pacificado el territorio alzaron en el lugar una pequeña ermita, sustituida por el convento dominico fundado en 1422 bajo el patrocinio de Olf de Próxita, quienes establecieron en 1475 la primera universidad del antiguo Reino de Valencia y durante los siglos XVI-XVII el seminario de misioneros destinados a Hispanoamérica. Sin embargo la paz conventual fue rota a raíz de la Guerra de Sucesión (1701-1713) cuando un incendio destruyó el edificio. Durante el siglo XVIII los hijos de santo Domingo lo reconstruyeron, si bien el saqueo ocasionado por los franceses durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) y la Desamortización de Mendizábal (1836-1837) condujeron al abandono total, convirtiéndose en una masía. Tras años de oscuridad el edificio volvió a resplandecer a finales del siglo XX, gracias a las instituciones públicas, quienes lo rehabilitaron.
Lugar de paz destaca la iglesia de estilo gótico valenciano con la capilla de la Santa Faz y la portada de arco conopial, el claustro del s. XVIII, las celdas y dependencias monásticas y el entorno presidido por un gran altar de piedra a cuya sombra se alza el templete en honor a san Luis Beltrán.
Lectura:  Salmo 27
Oración:  Padre, contemplo este Monte Santo y rezo el salmo: “El Señor es mi luz y salvación. ¿A quién temeré?”. Tú eres mi luz, por eso busco tu rostro, en las líneas del monasterio, en la belleza del valle, en este altar de piedra, donde en la eucaristía tu Hijo se hizo presente.

Llutxent. La Consolación.


El peregrino entra en el paraje del “Mont Sant”, escenario del “Miracle dels Corporals” y lugar donde   se alzaron siglos después el convento dominico Corpus Christi y cinco ermitas dedicadas a la Virgen del Rosario, san Luis, san Jacinto, santa Ana y N.S. de la Consolación (Mádoz), conservándose la última. Edificada en 1772 sobre el eremitorio de los santos Cosme y Damian, a instancias del caballero catalán Gabriel Serra y su esposa Paula Rius, bajo cuyo patrocinio entronizaron la imagen de N.S. de la Consolación, traída desde el hogar familiar de Barcelona. Fallecidos sin descendencia fue legado a la familia Rius, sirviendo por disposición testamentaria como escuela pública regentada por el ermitaño, quien enseñaba la “cartilla” a los niños. Fue el sacerdote valenciano  D. Alfonso Roig Izquierdo (Bétera 1903—Gandía 1987), receptor por donación del lugar,  quien  habiendo servido en la parroquia de Pinet (1927) y tras su jubilación encontró en este lugar el “refugio de paz, silencio y aislamiento, valores difíciles de encontrar”, acogiendo allí a numerosos escritores y artistas.

El edificio tiene la estructura de una “mas”, con las dependencias y la iglesia unida al edificio. El mismo D. Alfonso Roig lo describió en el libro posteriormente editado por Juan Honorio Huguet Gil, Ermita de la Mare de Déu de la Consolació.

 Cuenta con campana fundida en 1770 situada en la espadaña. En el interior de planta de cruz latina y bóveda de medio cañón sobresalen: los paneles de cerámica de Manises (s. XVIII), el  camarín con la imagen de la titular y la cúpula con vidrieras del pintor de la escuela de París Alfred Manessier.  Aquí se celebró por primera vez en España una oración con los hermanos de Taizé.

Lectura: Eclesiástico 42,15-43,44

Oración: Padre. La presencia de tu hijo  sacerdote D. Alfonso Roig permanece viva. Al leer tus palabras se escucha el latido de quien en este lugar leyó los mismos versos y se alimentó de ellos para amarte contemplando la belleza de la creación, “el sol radiante” y con el sabio rezarte: “¡Qué deseables son tus obras!, paz es lo que siento, presencia de Ti, el Amor.

Quatretonda. Sant Martí.


El "Camí de Sant Marti" arranca desde la calle Sanchis Guarner y la cruz de término conduciendo al peregrino hasta la partida bautizada con el nombre del obispo de Tours, “distante unos tres kilómetros, que según parece y recuerdan personas ancianas, era la iglesia de un poblado ya desaparecido llamado Rosament, del que se han encontrado algunas ruinas” (Sanchis Sivera, pg.204), entre ellas restos del periodo romano.

Rodeada por viñedos y diversos cultivos cual verde alfombra a los pies del Benicadell,  y unida al camino por una corredor de cipreses se alza la ermita.

De su existencia hay constancia en el tomo VII Diccionario Mádoz, publicado en 1847, constituyendo lugar de peregrinación entre los habitantes de los alrededores, particularmente el día de su festividad, tradición interrumpida después del asalto  acometido en febrero de 2000, cuando unos vándalos rompieron la imagen y el púlpito, quemando los bancos. En 2013 con las aportaciones de los vecinos y diversas entidades fue restaurada y bendecida por el obispo D. Enrique Benavent Vidal.

Desde entonces el día 11 de noviembre los vecinos y devotos inician la romería, celebrando la misa a las doce del mediodía y concluyendo el acto con la bendición de “les coques”.

La fachada de la ermita tiene zócalo de mármol, puerta enmarcada por un arco escarzano, rótulo con el título del santuario,  frontón escalonado rematado por la espadaña sin campana y adornos piramidales en las esquinas.

El interior blanco, de planta rectangular, bóveda de cañón de arco deprimido apoyado en sólidos contrafuertes, púlpito y retablo de escayola con ornacina donde se venera al patrón del lugar.

Lectura: Judit 9, 11

Oración: Padre. Con la heroína Judit te rezo, “eres el Dios de los humildes, el valedor de los pobres, el defensor de los débiles, el protector de los deprimidos, el salvador de los desesperados” y me llamas, como llamaste a Martín, a fijar la mirada en los descartados, despojándome de la capa de la aporofobia, la antipatía  al pobre, a Ti.

Quatretonda. San José.


Entre los pueblos de la beata Inés de Beniganim y los Corporales de Llutxent-Daroca se encuentra Quatretonda, y allí, en la calle Cristo de la Fe, próxima a la  carretera CV 612 se alza la ermita.

Bien merece el peregrino detenerse ante el humilladero o cruz de término situado frente a ella para contemplar los edificios, descritos a mediados del siglo XIX con estas palabras: “por el lado este de la villa, a la distancia de cuatrocientos pasos, se encuentra la ermita de san José, en una llanura de frondosos cipreses que sirve de paseo, junto a la cual está el calvario con todas las estaciones de piedra sillar” (Mádoz, VII, pg. 190). Este templo fue “edificado en 1607, y renovado en 1895”, venerándose allí el “Santísimo Cristo de la Fe, imagen a la que profesan devoción, que tiene gozos propios en castellano, escritos por el poeta Estanislao Alberola” (Sanchis Sivera, pg. 204), siendo restaurado en 1961.

El complejo religioso cuenta con la casa del ermitaño y el calvario, situados respectivamente en los paramentos izquierdo y derecho.

La  fachada de líneas barrocas queda delineada por seis pilastras de escaso relieve que enmarcan los elementos centrales: puerta a la que se accede subiendo cinco gradas y atravesando la verja de hierro, arco escarzano en la entrada, panel cerámico representando una escena del Milagro de los Corporales, rodeado por piedras con las inscripciones “S.IOSEP”, “IHS”, “IOH”, óculo redondo, reloj de sol y espadaña con la campana N.S. de Gracia de 53 kg., fundida en 1898 y reconstruida en mayo de 1989.

El interior cuenta con bóveda de cañón, retablo neoclásico donde se venera al titular y capillas dedicadas al patrono del municipio, el Cristo de la Fe, San Rafael y la V. de los Desamparados (Lluch Garin, 1968).

Lectura: Ezequiel 40, 17

Oración: Padre. Te escucho, “me condujo al atrio externo”. Eres Tú quien en tu Divina Providencia me has conducido a este lugar, donde se venera la imagen de tu Hijo crucificado. Me has llevado hasta aquí, para que contemplo tu gloria, acariciándome con la sombra del templo, dejándome amar por Ti.

 

Beniganim. Virgen de los Desamparados ("La Ortisa").


Siguiendo el camino entre el cielo y la tierra el peregrino recorre las iglesias de San Miguel, el Cristo de la Sangre, San Francisco, la Purísima y la Beata Inés y Virgen de los Desamparados, conocida popularmente por el sobrenombre de “capella de “la Ortisa”. Esta se encuentra frente al convento de las Agustinas Descalzas, en la calle Torres. 
El edificio fue bendecido en 1912, y construido a instancias de  Dña. Leonor Ortiz Mahiques (… 1924), siguiendo el proyecto de fray Maseo Company Alfonso (1866-1936), religioso franciscano, entre cuyas obras de estilo neogótico destacan los templos parroquiales de Benisa y Beniarrés. 
Siguiendo la voluntad de su benefactora, formaba parte del asilo de personas mayores pobres, sirviendo en él las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Abandonado a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta,  fue adquirido por el ayuntamiento de Beniganim.
Este excelente exponente del neogótico valenciano consta de fachada, nave y dos espadañas posteriores, de sencilla factura.
La primera muestra la portada gótica con tímpano de estilo bizantino de fondo azul, con el ave maría y las letras doradas, con el epígrafe “ESTA ES LA CASA DE DIOS Y LA PUERTA DEL CIELO”.  Sobre este se abre la cromática vidriera, con sus arcos y columnillas y remata el edificio el gablete sustentando la cruz lobulada.
La belleza del interior atrapa al peregrino en la red formada por los arcos ojivales, la bóveda de crucería y las columnas. La  escalera  conduce a la cripta-panteón presidida por una cruz y con dos sarcófagos a  ambos lados; en la nave de esmerada ornamentación consta de altar con retablo, capillas, púlpito,  coro,  tribunas y vidriera entre los contrafuertes. 
Lectura: Eclesiastés 12, 1-2
Oración: Padre. Alzo la mirada, desde la Puerta del Cielo me invitas a acordarme de ti, “antes de que lleguen los días aciagos”, cuando se oscurezca el corazón. En este momento de paz, me acuerdo de ti, bebo de tus aguas, aprieto mi mano contra la tuya, para en los días de tempestad poder seguir caminando.
 

Beniganim. Capilla de la Beata.


El peregrino busca a Dios en los edificios y lugares vinculados a Jesucristo, la Virgen María o los santos. Y es en Beniganim lugar para entregarse una mañana a la meditación de la vida de la hija predilecta de esta localidad siguiendo la Ruta de la Beata Inés, deteniéndose para orar en los lugares relacionados con ella: la iglesia del Cristo de la Sangre (antigua parroquia), la Casa de la Cultura (residencia del tío de la monja), la iglesia parroquial de S. Miguel, donde se venera el “Redonet”, el naranjo plantado por la beata y la iglesia convento de la Purísima, meta de esta peregrinación, que comenzó en el lugar donde ella vivió sus primeros años.
De la vivienda familiar tan solo se conserva la habitación en la que nació, adquirida por la Marquesa de Rafol de Almunia en la primera mitad del siglo XIX y reconvertida en capilla con motivo de la beatificación por el papa León XIII .
La estrecha fachada de estilo neogótico se halla enmarcada en dos pilastras, dividiéndose en dos cuerpos. La parte inferior se halla dominada por la puerta moderna con amplia ventana central, coronada por el arco ojival con tímpano con un pequeño óculo y una lápida modernista con  la inscripción: “CASA NATALICIA DE LA BEATA SOR JOSEFA Mª DE STA INÉS. NACIÓ EL 9 DE FEBRERO DE 1625. FALLECIÓ EL 21 DE ENERO DE 1696. FUE BEATIFICADA EN 26 DE FEBRERO DE 1888”.
El segundo cuerpo es dominado la ventana de arco ojival, donde se asienta la campana de 53 kg. fundida en 1976 por Murua (Vitoria) y el gablete o remate de estilo gótico.
Su interior cuenta con bóveda de crucería y altar de la titular llevando en la mano derecha una azucena y en la izquierda el libro del Oficio Divino con la estampa del Ecce Homo.
Lectura: Job 36, 33-37,1
Oración: Padre. Leo “El Altísimo habla con su trueno, su cólera provoca la tormenta. Ante esto tiembla mi corazón, que salta fuera de su sitio”. Es la experiencia vivía por esta mujer mística. En menor grado cuando medito estas palabras no puedo más que temblar.
 

Beniganim. Capilla de la Virgen de los Deamparados.


El peregrino prosigue por el centro histórico de Beniganim. Las calles Illeta y del Marqués son dos brazos que unen la iglesia con la capilla situada esta en el número 7 de la plaza de la Morera, cuyo espacio se encuentra dominado por este árbol.

De ella escribió Sanchis Sivera en el Nomenclator “se ha de mencionar también la capilla de Nuestra Señora de los Desamparados, junto al antiguo hospital, construida en 1691” (pg. 122). Si bien los elementos arquitectónicos indican haber sufrido diversas restauraciones.

De reducidas dimensiones, la fachada rectangular de color napoleto rojizo cuenta con puerta adintelada enmarcada por fajón, zócalo de granito rojo y gris, quebrado por el bajo relieve con el anagrama del Avemaría sobre esta se halla el zocalillo con el nombre de la titular, rematando el edificio la cornisa, sobre la que recae una de las dos vertientes del tejado y la doble espadaña formada por dos ventanas, una sobre la otra. La primera de sillería decorada con formas geométricas y moldura. La superior de hierro con cruz encima, insertada en 1962.

Ambas albergan las campanas: María de los Desamparados (1967, 125 kg.) y Josefa Inés (1967 y 25 kgr.).

El interior rectangular consta de bóveda vaída, de la que pende una lámpara, paredes decorados con azulejos blancos rodeadas por zócalo de cerámica, retablo neoclásico formado por el altar con las sacras, los candelabros y la cruz, dos columnas dóricas sustentando el frontón circular y enmarcando el nicho donde se venera la imagen de la Virgen de los Desamparados, quien preside la “Festa del Xop” organizada por los vecinos del barrio.

Lectura: Ezequiel 24, 25-27

Oración: Padre. En el duelo de Jerusalén tú muestras al profeta como símbolo, “les servirás de señal y reconocerán que yo soy el Señor”. Signo de consolación ante la adversidad producida por la maldad interior, representado también en la imagen con los niños inocentes, asesinados en Jerusalén y los alrededores. Mi pecado hiere a los justos. Por eso le pido a María, amparo, no por ser inocente, sino por ser causa de desamparo.

Beniganim. Iglesia del Cristo de la Sangre.


Habiendo visitado la iglesia parroquial de san San Miguel el caminante se dirige a la antigua morería del barrio la Isleta, las estrechas y laberínticas callejuelas le acompañan hasta la plaza situada a la derecha de la calle Sant Miquel. Allí contempla la primera iglesia parroquial de Beniganim.  

Su origen se remonta a la dominación musulmana, cuando en este lugar los moros construyen una mezquita. Tomada la población por las tropas de Jaime I, los cristianos se sirvieron de los cimientos de este edificio para alzar en 1391 un templo de los llamados de Reconquista. Posteriormente, a instancias del beneficiado mosén Luis Gomar fue ampliado con el crucero renacentista.

El campanario, construido durante el siglo XVI,  similar a las torres defensivas, sigue el patrón del románico. Cuenta  con  un cuerpo de dos tramos, divididos por sendas molduras, sobre este la sala de campanas con cinco ventanas y remata la estructura la balaustrada y una veleta. La única campana fue bautizada con el nombre de Leonor, siendo fundida en 1940.

La amplia nave de arcos góticos diafragmáticos, de plano semejante al de las iglesias de Sant Feliu (Xàtiva) y la Sang (Lliria), dirigen la mirada hacia  el  crucero dominado o por el “horror vacui” o miedo al vacío, merced al cual las paredes durante el siglo XVIII fueron recubiertas por cerámica de Manises y frescos de temática bíblica inspirados en los grabados impresos en las biblias. Los ángeles, los profetas y los cuatro evangelistas, escenas del Antiguo y Nuevo Testamento y particularmente de la Pasión, la Ascensión y la Gloria lo elevan al espacio sobrenatural. En el centro del altar la imagen del Cristo de la Sangre postra el alma, sosegándola en la eternidad de la velada mirada del crucificado.

Lectura: Salmo 36, 6.

Oración: Padre. Contemplo el rostro de tu Hijo. Me hablas: “Señor, tu misericordia llega al cielo”. Desde la tierra de mi vida donde Él clavó la cruz hasta el cielo, tus ojos inclinados hacia mí. Repito la frase en mi interior mientras fijo la mirada en el rostro de quien, por amor a Ti,   me amó, me ama hasta el extremo. 

Beniganim. Capilla de N.S. de las Nieves.


Desde Bellús dirige los pasos el caminante hacia Beniganim, siguiendo la CV-612, la avenida Pintor Gomar y la calle Senies, alcanzando la confluencia con las calles Xativa y Constitución, enmarcando la plaza dels Mateus. En este lugar  se alza la ermita de reducidas dimensiones, edificada en 1724 y dedicada a Nuestra Señora de las Nieves.

María introduce al peregrino en el corazón del pueblo del “arrope” y con ella recorrerá la iglesia parroquial, los conventos de la Beata Inés y de los franciscanos, los lugares inesinos, las capillas y ermitas de la población asistida a mediados del siglo XIX por un párroco, un vicario y doce beneficiados.

El pequeño santuario de una nave con techumbre a dos aguas, paredes blancas, restauradas entre los años 2013 y 2018, cuentan con rodapié de mármol color café. La fachada tiene una puerta moderna de aluminio con ventanas. Sobre ella un azulejo indicando el título de la capilla, pequeño avemaría en bajorrelieve y farola de hierro forjado. Corona el edificio el frontón quebrado por la espadaña de una ventana,  tejado a dos aguas y cruz por remate. En el interior del vano se encuentra la campana de 25 cm. de radio y 25 kg. de peso fundida cerca de 1960 y con el epígrafe “JESÚS MARIA Y OSE AÑO 1960”.

La imagen de Nuestra Señora de las Nieves rodeada por un halo e investida con dos bandas verde y blanca preside el testero, descansando sobre el altar.

El techo es plano de escayola pendiendo de ella una moderna lámpara de cristal. En las paredes se veneran diversos cuadros dedicados a la Virgen de los Desamparados, Inmaculado corazón de María, Inmaculada, Sagrado Corazón y Virgen del Carmen.

Lectura: Sabiduría 7, 7a.

Oración: Padre, el azar o tu mano providente me muestra en la Biblia estas palabras: “supliqué y me fue dada la prudencia”. Contemplando la imagen de María descubro en ella esta virtud cardinal y se la pido para mí. Necesito ser prudente, particularmente en mis palabras. Dame la prudencia para saber escoger entre las diversas calles la vía acertada.

Beniganim. Capilla de la Verónica.


“Saliendo del pueblo por el indicado lado norte, y portal llamado de Valencia, se encuentra el vía crucis, adornado de cipreses, y con los pasos en columnitas de piedra tosca, el cual sube por una especie de rampa hasta lo alto de la colina, a cuyo pie está la villa” (Diccionario Mádoz, 1846).

El peregrino inicia a los pies del calvario el camino de la cruz, cuyo origen se remonta al siglo XVI. Asciende hasta lo alto siguiendo el zigzag formado por las terrazas y acompañado por los cipreses el caminante se asoma por las ventanas de las estaciones rematadas por tejado piramidal y cruz de hierro. De entre ellas sobresale arquitectó– nicamente la séptima, llamada “la Verónica”, si bien, en ella se representa la caída por segunda vez de Nuestro Señor Jesucristo.

Situada al lado de la pendiente escalonada el tradicional casilicio ha sido reemplazado por una capilla.

La construcción es de piedra tallada dividida en tres cuerpos simétricamente iguales. En el centro del primer y segundo se encuentra la puerta de hierro con celosías en las planchas. El tercero esta formado por el frontón triangular enmarcado por la cornisa y acompañado por el escudo francés moderno (s.XVIII) compuesto por la corona de marques, lambrequines alrededor del blasón con la cruz de san Andrés, el águila y tres dragones.

El interior es cuadrado con bóveda de cañón sustentada por  arcos fajines sustentados por ménsulas. En la pared posterior se halla el retablo cerámico con la representación en cuatro azulejos de la segunda caída de Jesús y sobre este el bajo relieve de los santos Francisco de Asís y Pedro de Alcántara, entronizados sobre sendos escudos.

Lectura: Isaías 47,1

Oración:  Padre, escucho estas palabras tuyas “cae abatida sobre el polvo, virgen hija de Babilonia; siéntate en tierra, sin trono”. Al meditar la estación contemplo a tu Hijo, quien sin cometer pecado, cargó con los pecados de todas las babilonias, de mí, ciudadano de Babilonia. Y todo ello para mostrarme que el Amor es más fuerte que el pecado, mi pecado.

 

Beniganim. Convento de la Beata Inés.


 
El caminante peregrina al corazón de Beniganim y meta de miles de devotos, el convento donde ella vivió cincuenta y dos años. Aquí  tomó el hábito en 1644, muriendo después de una vida de oración, pobreza y servicio el 21 de enero de 1696, determinada por numerosas experiencias místicas. 
La historia del lugar hunde sus raíces en Alcoi el año 1597, cuando el arzobispo de Valencia san Juan de Ribera, tomando la regla de san Agustín y las constituciones de santa Teresa de Jesús fundó un convento de clausura. Denia (1604), Santa Úrsula (1605), Almansa (1609), L’Ollería y Beniganim (1611) fueron las ramas de este árbol.
Al monasterio se trasladaron ocho religiosas de Santa Úrsula, comenzando la construcción del monumental recinto religioso, sobresaliendo la iglesia con la fachada tosca con puerta adintelada, bajo relieve, frontón triangular y sendas espadañas laterales albergando las campanas Josefa Antoni (refundida en 2000, 77 kg.), Beata Agnes de Beniganim (1940, 152 kg.), Agustina (1962, 43 kg.) y Purisima Concepción (1940, 68 kg.).
La iglesia de estilo renacentista fue construida durante el siglo XVI, contando con claustro, crucero, cúpula, presbiterio con ventana abierta a la clausura y templete con la imagen de la cotitular, la Purísima Concepción, y seis capillas laterales. En una de ellas se halla el sepulcro de bronce dorado y combados de cristales donde hasta su desaparición en 1936 se veneraba el cuerpo de la Beata.
En el recinto monástico rodeado por una alta tapia de mampostería se hallan las celdas de las agustinas descalzas, capillas, huerto y la Casa Recuerdos de la Beata Inés de Beniganim donde a través de seis salas el peregrino se sumerge en los recuerdos de esta gran mujer.
Lectura: Daniel 9, 4-6
Oración:  Padre, en este lugar leo la oración de Daniel, quedándome con estas palabras, “no hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre”, a personas como la beata Inés que me habla de tiempo dedicado a la oración, pobreza y olvido de mi mismo, de una vida de sencillez en el claustro de las calles.
 

Beniganim. Convento de san Francisco.


“En lo más alto hay otro convento, que antes de la exclaustración fue habitado por frailes alcantarinos y sirvió de colegio de misionistas” (Mádoz).

Su historia comienza en 1576 cuando los  franciscanos descalzos fundaron allí el convento de san Antonio Abad, edificio sumamente pequeño, siguiendo el espíritu del reformador san Pedro de Alcántara. Allí establecieron el colegio de misioneros. En 1835 los religiosos fueron exclaustrados y el edificio incautado por el municipio de la villa de Beniganim. Sin embargo la presencia franciscana apenas se apagó, tomando posesión del lugar los franciscanos menores el día 14 de septiembre de 1890.

Con el primer guardián o superior el padre Conrado Arnau comenzaron los años de vitalidad, restaurándose los claustros, pavimentos, escaleras, refectorios, celdas y demás dependencias, ampliándose con el huerto continuo y dotándose el edificio de nuevas celdas, un salón para el gabinete de Física e Historia Natural, el laboratorio de Química,… Albergando en su interior el centro de Humanidades, la Facultad de Filosofía y Teología. Por otra parte los pares se entregaron a la predicación, la administración de los sacramentos, el sostenimiento de la venerable orden tercera y las asociaciones religiosas, así como la dirección de una escuela de primeras letras. Sin embargo en los años 70 el edificio fue abandonado y tras sucesivas vicisitudes en la segunda década del siglo XXI comenzó la restauración.

Cuenta con una portada barroca con dos puertas y rematada por frontón partido sobre el que se sustenta la espadaña con la campana de 166 kg. fundida en 2015. En el interior se alberga el huerto con el pozo de nieve o nevera (s.XVIII), el claustro, la iglesia, las celdas, los claustros, el cuerpo de les “arcadetes”, entre otras dependencias.

Lectura: Eclesiástico 9, 14-16

Oración: “En cuanto puedas atiende a tu prójimo, aconséjate con los sabios,…, conversa con los inteligentes,…, hombres justos compartan tu mesa”. Al meditar tu Palabra no puedo más que darte las gracias, Padre, por las personas que he conocido, con y sin estudios, sabios todos ellos, constructores de quien hoy soy.

Beniganim. Virgen de Gracia.


Desde la ermita de san Antonio, siguiendo una senda el peregrino desciende hacia la hondanada del barranco, contemplando frente a él la ermita “Redona”, dedicada a la Virgen de Gracia.

El terreno antaño “plantado en su mayor parte de viñas, algunos olivares, algarrobos, higueras, moreras, panizos, árboles frutales y en las colinas o cerros inmediatos por pinos, arbustos y malezas” (Mádoz, 1846) ha sido transformado por los chalets que se alzan en la ladera.

Ubicada mirando al sur el conjunto monumental se distribuye en la plazoleta, el templo y la casa del ermitaño, dominando por el color de la piedra caliza y las tejas de las cubiertas. La fachada rectangular conserva del edificio original las pilastras acanaladas y el óculo, rematándose con la espadaña de frontón triangular y vano con arco de medio punto sin campana.

La ermita fue “fundada por el clero de Beniganim con el concurso de los buenos cristianos, ya en el primer tercio del siglo XVI, vísperas de llegar a sus alrededores los franciscanos que tanto amaban a la Virgen de Gracia y que en adelante habían de cuidarla con esmero. Hallada una pequeña imagen gótica en escultura de la Virgen, de tamaño de un palmo y medio, se le agregó la casita del ermitaño, con el huertecito adjunto y un pozo de inmejorable agua, contando con el altar de la Virgen de Gracia con retablo pintado, cuadro de la dicha Virgen y a ambos lados en hornacinas de nogal la imagen hallada y el conjunto de san Joaquín, santa Ana y la Virgen Niña”, le contó el padre Carlos a Luis Lluch Garín, en su artículo publicado por Las Provincias en 1969.

Durante décadas apenas era un ruinoso edificio, cambiando su destino merced al taller de empleo municipal, cuyo equipo de profesores y alumnos restauró el eremitorio en 2012.  

Lectura: Hechos 23, 11

Oración: “¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio en Jerusalén de lo que a mí se refiere, tienes que darlo en Roma”, te escucho Padre y te pido me ayudes a tener valor para cambiar mi vida y así ofrecer en todos los lugares, un testimonio veraz, desde el silencio de la oración y mis obras.