lunes, 27 de enero de 2014

Ermita del Cristo de la Agonía de Quart de les Valls.


Abandonando la ruta por carrera del Camino del Cid, nos adentramos en la etapa 50 destinada a los senderistas. En ella Quart y su blanca ermita del Cristo de la Agonía acogen al peregrino-caminante.

El edificio tiene su origen durante el s.XVIII, si bien en 1891 fue restaurado en profundidad. Actualmente se halla rodeado de arbolado, de quienes escribió en 1965 Luis B. Lluch Garín: “han plantado unos cipreses junto al bordillo de la acera. Ahora son pequeños y se les puede hablar de tú. El día de mañana harán, con sus años de arboleda, sombroso y recoleto el edificio de la ermita” (Las Provincias. Ermitas y Paisajes de Valencia, T.II. Recopilación).

Y así es. Con su calvario datado en 1945 conducen al caminante a levantar la mirada y contemplar en la fachada el óculo  mostrando el perfil del Cristo, recortado en hierro y  el frontón, guardando los relieves de la cruz, la escalera y el sudario. Tras subir los dos escalones de piedra y entrar el peregrino descubre la imagen del Cristo de la Agonía, presidiendo el altar, acompañado en los brazos del crucero por santa Teresa de Jesús y Santa Bárbara. En lo alto cuatro pechinas sustentan la cúpula. En ella el artista alcireño José Antonio Espinar pintó escenas del Nacimiento, la Entrada en Jerusalén, la Verónica y la Resurrección. En la sacristía se conserva una extensa colección de fotografías perteneciente a la cofradía fundada en 1956.

Lectura: Génesis 18,1-8

Oración: Padre, sentado a la puerta de Quart de les Valls, contemplo el calvario con sus blancas estaciones y la cándida ermita iluminada por el sol del Mediterráneo. En el silencio, bajo los árboles que la rodean, como Abraham en Mambré, te pido te hospedes en mi corazón. Apenas tengo un poco de pan, pero “Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo”. Te quedas, permaneces en lo profundo de mi alma. Quien iba a saciar tu hambre, descubre que eres Tú el que me ha hecho cobrar fuerzas para seguir en el camino.

Ermita del Sagrado Corazón de Barraix, Estivella.


Adentrándonos por el sendero GR 10 alzamos la Ermita del Sagrado Corazón. Cerca se encuentra  la fuente de Barraix, la cual según D. José Sanchis Sivera “se considera como medicinal y sus aguas tienen mucha fama”.  

El edificio religioso es de planta rectangular, con fachada alta y espigada y techado a dos vertientes muy pronunciadas cubiertas de tejas catalanas. En el frontón sobresale un óculo grande y la cruz de hierro con remate trilobulado en la espadaña. En la puerta aparecía el doble anagrama de Jesús y María y una fecha: “3 de agosto de 1922”.

El interior de la ermita es de techo abovedado, iluminado por la luz que atraviesa los cuatro óculos laterales,  custodiando la imagen del Sagrado Corazón. Luis Lluch Garín describía el pequeño recinto del siguiente modo: “en los parámetros laterales hay dos oleografías: una de nuestra Patrona, la Virgen de los Desamparados, y otra de nuestro Patrón, San Vicente Ferrer. Sobre el dintel de las puertecillas sobresalen dos repisas con las imágenes de la Inmaculada y san José”.

El blog ermitascomunidadvalenciana.com denuncia la situación del templo, el cual “a pesar de estar en uso, se encuentra en lamentable estado de semiabandono, y sus muros y adornos son víctimas continuadas de vandalismo”, si bien en 2012 la Diputación de Valencia comenzó la restauración.

Lectura: Lamentaciones 1.
Oración: Padre, en la soledad de este lugar, contemplo la fachada, su espadaña sin campana. El silencio en el vacío. Tomo el libro donde me hablas al corazón y uniéndome al dolor de Israel lloro, mientras elevo la mirada hacia la ermita. “¡Qué solitaria está!... Pasa la noche llorando, le corren las lágrimas por las mejillas!” (Lm 1,1-2) En sus paredes los sueños rotos de quienes un día soñaron levantarse sobre las cumbres. En la imagen las heridas de mis hermanos víctimas de la crisis económicas. En el cielo la esperanza

lunes, 13 de enero de 2014

Ermita de San Roque. Beselga (Estivella)

En la vertiente norte del Monte Garbí, a dos kilómetros de Estivella se encuentra el poblado de Beselga. El Diccionario Madoz (1846-1850) nos ofrece los siguientes datos: “en su radio se encuentra la aldea o casas de Beselga (V) a la distancia de media hora oeste de la población, con su iglesia aneja bajo la advocación de san Roque”. La ermita se halla a los pies de la torre centinela de origen almohade y frente a una fuente. Obra moderna levantada sobre una antigua edificación, ésta era de una sola nave con bóveda de medio cañón y tejado a dos vertie2ntes.

La moderna construcción es de fachada baja y alargada ocupada por un gran arco apuntado que custodia la puerta, un mosaico con la imagen de san Roque y dos zócalos con inscripciones en valenciano y árabe que dicen así: “En el 325 aniversari de la benedicció de l'esglesia de l'Anunciació de Beselga - 12 de maig 1999"; "En memoria i homenatge als moriscos que poblaren la baronia d'Estivella, Beselga i Arenes fins a la seua expulsió l'any 1609 - 12 de maig de 1999.

En el interior de la espadaña se encuentran dos campanas con los siguientes epígrafes: “T: "CARMIN / CLEMENTE ESTEBAN A LA CRUZ DE GARBI 8 SETBE 1884" y “M: (00) creu, (03)marca de fàbrica, FUNDICION/DE/SALVADOR MANCLUS/C INDUSTRIA 27/VALENCIA, (09)relleu Cor de Jesús”.

Todos los años la semana anterior a la fiesta de s. Roque (16 de agosto) la imagen es bajada en procesión a la iglesia de los Santos Juanes, alumbrada por las antorchas. En día de la festividad una romería acompaña al santo hasta su ermita.

Lectura: Salmo 18

Oración: Padre, mis ojos te buscan en la torre y rezo “¡yo te amo, Señor, mi fortaleza! ¡Señor, mi peña, mi Alcázar, mi libertador!” Palabras que encuentran significado en quien en el interior de la ermita muestra la rodilla herida. “Invoco al Señor y quedo libre del enemigo”. En cuantas ocasiones te rezaría así san Roque, mientras cuidaba de los apestados en Roma. Que nada me detenga para seguir tu camino, que tu mirada me libre de los lazos del abismo.
Camino del Cid
Ermitas de la Comunidad Valenciana

Ermita de la Santa Cruz del Garbí (Estivella)


Nos adentramos en el corazón de la Sierra Calderona y con la mirada fija en el Monte Garbí, situado a 600 m. y el corazón en la Santa Cruz nos encaminamos rodeados por el paisaje mediterráneo. Cerca de la cumbre se halla la pequeña, abierta y recogida ermita.

Su origen se encuentra en la plaza la Seo, allí fray Diego José de Cádiz pidió se colocasen en los puntos más altos de las poblaciones cruces con el fin de aumentar la devoción a Santa Cruz y apaciguar las tormentas y pedriscos. El hermano Felix de Albalat escuchó sus palabras y transmitió este deseo a su tío Frances Galbis, quien encomendó al carpintero Josep Sacanelles de Valencia labrase una cruz donde fue incrustado el “lignum crucis”. El 19 de marzo de 1787 los vecinos de Alalat y Estivella la levantaron sobre el Garbí, construyendo en 1804 una pequeña ermita. Sin embargo apenas pudo sobrevivir el paso del tiempo. En 1887 la Santa Cruz fue trasladada a la Iglesia de Estivella  y la ermita fue abandonada.  Luis B. Lluch Garín la describió de este modo: “junto a la venta se apoya la ruinosa ermita, sin tendido yeso en la fachada. Su puerta abierta y sin madres, es el arco escarzano. El interior de la ermita –una planta cuadrada, de unos cuatro metros por lado- está llena de cascotes e inmundicias”.

En 1993, en el marco del “Mirador del Garbí la Generalitat Valenciana restauró el edificio, dejando exentas  las arcadas, salvo la orientada hacia el oeste y conservándose el muro donde era venerada la cruz y sendos retablos que cantan así: “SANT DEU/ SANT FORT/ SANT INMORTAL ALLIBEREUM-MOS SEÑOR DE TOT MAL”

Lectura: Salmo 21

Oración: Padre, en lo alto de este monte, miro al Mar Mediterráneo y me postro ante el lugar santo. De rodillas escucho en mi interior las plegarias de los vecinos que ascendían al encuentro del Santo Madero. Jamás madero mejor fruto dio. Y rezo, en silencio, escuchando el canto de la brisa y los pajarillos al amanecer.
Blog Curso de Antropología CulturalErmitas de la Comunidad Valenciana
Ermitas de la Comunidad Valenciana: Estivella
Información del Ayuntamiento de Estivella
Estivella en la web del Camino del Cid



jueves, 2 de enero de 2014

Ermita de la Virgen de los Desamparados. Algimia de Alfara.


Siguiendo las huellas  del Cid, fundidas éstas con la memoria del S. Vicente Ferrer, se adentra el caminante en la localidad de Algimia de Alfara,  población, situada en la comarca del Camp de Morvedre y arciprestazgo de Santo Espíritu. Tiene por patronos a S. Vicente Ferrer y la Virgen de los Desamparados. El primero, cuentan, visitó la localidad en 1413, dedicándosele posteriormente la Iglesia Parroquial.

La Madre de Dios es venerada en la ermita levantada sobre una pequeña elevación entre el centro histórico y la línea de ferrocarril Zaragoza-Sagunto.

El santuario, de fachada blanca, se halla unido al pueblo por una plazoleta con bancos y arbolado. El peregrino es acogido por un azulejo, el cual informa a quien con curiosidad eleva la mirada: “Ermita de Nuestra Señora de los Desamparados. Algimia de Alfara. Se empezó su construcción el 13 de junio de 1708 y terminó el 4 de septiembre de 1713, siendo cura párroco el Doctor Don Felipe Carpi”.

Sobre la inscripción se levanta la elegante cornisa de líneas curvas y espadaña central con su campanilla fundida alrededor de 1800 y cruz de hierro. El edificio es de planta rectangular con bóveda de cañón y se halla, según D. José Sanchis y Sivera, “dedicado a Nuestra Señora de los Desamparados, que es patrona, en cuyo honor se celebran fiestas”, devoción arraigada desde el s. XVIII y proclamada patrona canónica de la población en la misa presidida por D. Enrique Benavent el 5 de agosto de 2012. De la imagen anotó en 1963 Luis B. Lluch Garín: colgaba un grueso corazón de plata, cuyo interior custodiaba la lista con los nombres de todos los devoto del pueblo.

Lectura: Isaías 41,10-14

Oración: Padre, el silbido del ferrocarril, el murmullo de las hojas y el pacífico canto de la brisa marina, me hacen sentir tu paternal mano cuidando de mi vida. “No temas, pues yo estoy contigo”. Quien es un pequeño gusanillo, una pobre oruga experimenta la compasión de la mirada maternal de la imagen custodiada en el interior de esta ermita.