miércoles, 31 de mayo de 2017

L'Ajorf (Albaida). Virgen del Rosario.



El camino dominico comienzo en el convento de Loreto de L’Ollería, sigue por Montaverner, venerando la capilla de la Virgen del Rosario promovida por la cofradía fundada en 1624 por los padres predicadores. Se detiene ante la ermita dedicada a esta advocación, siguiendo la antigua N 340, al llegar a Albaida, entre el río y la población de l’Aljorf contempla la pictórica ermita de Nuestra Señora del Rosario.

En el artículo publicado por Las Provincias el 22 de agosto de 1968 Luis Lluch Garín ofrecía una imagen muy semejante la actual:

“Más adelante tropezaremos con la cruz de hierro que se encuentra al borde del camino y contemplaremos todos ese bello paisaje de las casas y tejados del famoso barrio de Aljorf, la silueta romántica de la blanca ‘Ermita del Roser’ con su campanita pinturera en la espadaña; y la mancha verde de la espesa arboleda de la ‘chopà’ que nace del fondo del rio entre huertecitos menudos de jugosas ortalizas y verduras, vigilado todo este atrayente paisaje por la seria formación de los altos y puntiagudos cipreses”

Promovida por los dominicos del convento de Santa Ana de Albaida, siguiendo el modelo gótico de las “iglesias de reconquista”, en el siglo XIX se encontraba en ruinas, no siendo citada por el Diccionario Madoz (1845), el Nomenclator Sanchis Sivera (1922) ni la Guía de la Iglesia de la Diócesis de Valencia (1963), reconstruyéndose en 2005.

Gracias a esta rehabilitación el peregrino contempla la puerta con arco de medio punto en cuya clave se venera el retablo de la Virgen del Rosario con santo Domingo y santa Catalina de Siena, el frontón triangular cortado por la espadaña donde anida la campana de 32 kg., fundida en 1942 y la cruz de piedra como remate. En el interior se conserva la base del edificio y el inicio de los arcos.

Lectura: Salmo 8

Oración:  Padre, frente a la ermita leo el salmo 8, pausadamente, permitiendo al Espíritu me inunde con los sentimientos de admiración hacia ti, “¡Señor, Dios nuestro, / qué admirable es tu nombre / en toda la tierra!”.

 


 

El Palomar. Virgen del Rosario.


125.El Palomar. Virgen del Rosario.

Es en Montaverner donde el senderista abandona el Camino del Cid en su tramo “la Defensa Sur”, dirigiéndose por la antigua carretera Nacional 340 hasta el pueblo de El Palomar.

Allí “en un hermoso llano rodeado de huertas y bien ventilado” (Madoz, 12), “terreno de muy buena calidad, plantado de olivos, algarrobos, moreras, higueras, viñas y algunos frutales” (Madoz, 1849), siguiendo las calles Xàtiva y Ermita, “dedicada a la Virgen del Rosario, donde se conserva la venerada imagen del Santísimo Cristo del Milagro, escultura de tamaño natural, muy antigua, que es el patrono (Sanchis Sivera, año 1922).

Un panel situado en la entrada ofrece al peregrino la historia del lugar, promovido por los dominicos del convento de Santa Ana de Albaida fue construido durante el siglo XVII, refundiéndose en 1628 la campana situada en la espadaña. Además fue utilizado como sala del consejo municipal y primera escuela, dirigida por un maestro ermitaño, residente allí. Lugar, por tanto,  de encuentro entre los cofrades  de la Virgen del Rosario, los niños con su maestro y los vecinos.

La paz del lugar y la comarca estalló con la Guerra de la Independencia, destruyendo las tropas de Napoleón el edificio primitivo y permaneciendo yermo hasta el año 1850, cuando fue construido el actual santuario, restaurado el año 2002.

El entorno imita a un claustro monástico, cuyas estaciones del calvario y vegetación invitan al recogimiento. En el centro, cual surtidor borbotean los contrafuertes, los muros, las farolas en las cuatro esquinas, una fuente anexa a la pared, la fachada y la campana Bárbara María de 16 kg., fundida en 1757.

El interior, de influencia neoclásica, consta  de retablo  con la imagen de la titular en el cuerpo superior y la Divina Aurora en el central, venerándose en un altar situado en el crucero el Cristo Crucificado.

Lectura: Eclesiástico 34, 9

Oración:  Padre, medito tus palabras, “el que ha viajado mucho sabe muchas cosas”. En este peregrinar por las ermitas ¡cuánto me has enseñado!, porque en cada lugar me hablas al corazón, en las imágenes, las piedras, los árboles, el silencio.

L'Ollería. San Cristobal.


123. L’Ollería. San Cristobal.

El peregrino tras unos días de descanso y encuentro Dios y consigo mismo, acogido por la hospitalidad franciscana de los hermanos capuchinos, recorriendo los senderos del alma acompañado por el silencio de la hospedería, asciende en busca de los caminos que le conducen hasta la antigua ermita de san Cristóbal, actualmente en ruinas.

Esta se encuentra en la “villa que tiene categoría de curato de ascenso de primera desde el último arreglo parroquial, pues antes lo era de término” (Sanchis Sivera 1922), coincidiendo el eclesiástico con el letrado Madoz, en la existencia en las ermitas de san Cristóbal y San Juan Bautista.

La primera data su construcción de los siglos XII-XIII, constituyendo el centro espiritual del pueblo llamado de los Casals o Miranda, el cual se encontraba en el llano al pie del cerro sobre el que se alzaba el edificio de estilo gótico de iglesias de reconquista.

“Los algarrobos, los olivares y los viñedos sonríen a nuestro paso; el panorama que se divisa es claro, alegre y llena el alma con el goce de los sentidos”, escribió Luis Lluch Garín en 1964. Si bien estos han sido sustituidos por los pinares y los chalets alzados junto a los caminos permanece en él la belleza irradiada por el valle abrazado por las sierras del Benicadell y Grossa y  serpenteado por los ríos Albaida y Clariano.

El edificio además de lugar de culto fue lazareto, ofreciendo amparo a quienes sufrían el rechazo social.

“Alrededor de la ermita no queda más que otros muros derruidos con alguna puerta de entrada –todas las maderas han desaparecido– y alguna jamba en equilibrio que marca las otras ventanas que debieron corresponder a las salas habitadas por los leprosos” (Luis B. Lluch Garín).

Lectura: Lucas 4, 27

Oración:  Padre.  Al azar abro la Biblia Joven de la BAC-Verbo Divino y leo “muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio”. Repito interiormente tus palabras, permanezco en silencio y rezo por los leprosos que vivieron en este hospital.

L'Ollería. Abdón y Senen (Capuchinos)


123.L’Ollería. Convento de Capuchinos San Abdón y Senen.

 

Asciende por el “Camí de Caputxins” al desierto donde el peregrino se encuentra con Francisco a los pies de la montaña, recogido en una ermita.

“A dieciocho minutos del pueblo en esta misma dirección está el convento de capuchinos; éste y el de Dominicos ha sido concedido por el Gobierno al ayuntamiento, para escuelas, hospital y Lazareto” (Madoz, año 1849), éste fue “fundado en 1601 con el título de los Santos de la Piedra, sobre la antigua ermita dedicada a los mismos, cuyos religiosos expulsados en 1835, fueron reintegrados en 2 de agosto de 1886” (Sanchis Sivera, año 1922).

El primer edificio, siguiendo la página capuchinosolleria.com, era pequeño, sencillo y funcional, construido entorno al claustro con cisterna, destinándose el segundo piso para el noviciado. A partir de 1984 los frailes comenzaron la restauración, abriendo en 1987 el primer museo de L’Ollería dedicado al vidrio, cuya colección fue ampliada en 2009.

Entre los religiosos que vivieron en su claustro se encuentran: los venerables padres  Luis de Masamagrell (Luis Amigó) y Francisco de Orihuela. Además en el Archivo Parroquial de Montaverner se anotan entre otros los nombres de fray Domingo de Albalate (1715), fray Miguel de Albaida (1733), fray Bartholomé de Adzeneta (1735), fray Fulgencio de Bihar (asistente de la iglesia en 1738).

Entre las dependencias del convento sobresale la iglesia dedicada a los titulares, de nave central amplia, con pinturas murales e imágenes de Remigio Soler y Enrique Galarza, respectivamente; el claustro con grisallas o pinturas en tonos grises y negros del s.XVII-XVIII en los lunetos, el antiguo refectorio o comedor, transformado en museo, la hospedería en las celdas de los novicios, la sala con cuadros del pintor italiano Oscar Mazrali y el acueducto.

Lectura: Salmo 130.

Oración:  Padre.  Aquí en el calvario medito el salmo penitencial “De profundis” rezado por los capuchinos antes de entrar al refectorio. “Desde lo hondo a ti grito, Yahvé”. Verso a verso, en silencio, fijando la mirada en la fachada.

L'Ollería. Virgen de Loreto.


122.L’Ollería. Virgen de Loreto.
El peregrino asciende por las calles medievales desde el templo parroquial, hallando en su caminar la “Casa de la Vila”, singular edificio renacentista del siglo XVI, con su reloj de sol, los arcos de la planta baja exenta y el balcón del salón de sesiones.
Metros más arriba en la plaza de Loreto halla el santuario del siglo XVIII de fachada barroca y sobria. Allí durante unos minutos descansará, sosegado bajo la mirada de Jesús Sacramentado y la patrona de l’Ollería.
Quien sabe si en su imaginación no encontrará a algún fraile dominico descendiendo por las calles para predicar en Montaverner. ¿Será quizás fray Llorens de Esplugues, agullentino autor de los gozos del Cristo de la Paciencia de Montaverner? Quizás se confunda con fray Bartolomé Albinyana o fray Francisco de Villareal, quienes por aquellos años de 1723-1740 bajaban a Montaverner, predicando el sermón cuaresmal y bautizando a cuantos la noche anterior habían nacido.
Porque el lugar donde se halla fue en tiempos previos a las desamortizaciones y exclaustración del siglo XIX. Allí llegaron los hijos de santo Domingo de Guzmán, cobijándose en la pequeña ermita dedicada a la Virgen de Loreto y alzando en 1579 el convento.
De él queda la iglesia con su torre árabe adyacente adaptada para el campanario donde cantan S. Vicente Ferrer (1887), María Dominga (1882), María Loreto (1956) y Verge de Loreto (1997).
El interior, abierto todas las mañanas, es profundo y espacioso, con el altar donde se venera la imagen de la titular, talla del siglo XVI. Doce capillas alojadas entre los contrafuertes, el coro, ábside, transagrario y sacristía ofrecen un lugar agradable para encontrarse con Dios y uno mismo.
Lectura: Judith 4, 9-13
Oración:  Padre. En este hospital de campaña, junto al centro de salud, ¡cuántas personas se acercan a rezar para les ayudes en las batallas de su cuerpo contra la enfermedad”. “El Señor oyó su voz y se dio cuenta de su angustia” (v.15). En aquel tiempo suscitaste a Judith. En el presente a María, ella es nuestra heroína, la que mantiene en el combate viva la esperanza.

Convento de San José y Santa Ana


Después de contemplar la portada renacentista de la iglesia de santa María Magdalena el peregrino dispone el alma para entrar en un lugar de oración y contemplación, porque esta villa “cuenta con un convento de religiosas agustinas descalzas de clausura, con la invocación de san José y Santa Ana, fundado en 1611 por el entonces Baile de la población José Pla, donde brilló por sus virtudes la V. M. Inés de la Cruz” (José Sanchis Sivera)”.
Su origen se remonta a 1611, cuando el arzobispo de Valencia, con la ayuda del padre Jerónimo Gracían, carmelita discípulo de santa Teresa, alzó sobre la antigua ermita de santa Ana el monasterio, alzando sobre la base de la antigua torre vigía, la actual formada por dos cuerpos, tejado a dos aguas de teja árabe y una campana fundida en 1947.
Durante siglos las monjas habitaron el lugar, sufriendo los avatares de la historia, hasta el día 7 de marzo de 2009 cuando se vieron obligadas a abandonarlo y trasladarse al convento de Beniganim. Dos años después, el 19 de junio de 2011 el arzobispo de Valencia D. Carlos Osoro presidió la misa inaugural de clausura de la nueva comunidad, integrada por cinco religiosas procedentes de Argentina y Honduras y pertenecientes al Instituto del Verbo Encarnado y de la Virgen de Matará.
La iglesia neogótica fue construida durante siglo XIX, constando del retablo con las pinturas de los titulares y los santos Mártires Valencianos del siglo XX, bóveda de crucería, zócalo de cerámica, reja de hierro que une a las monjas con los fieles. A este edificio se suma las celdas y dependencias de las monjas, los locutorios, el torno, la sala de las reliquias, el jardín, huerto, ermita dedicada a san Juan Pablo II y lienzo de la muralla.
Lectura: Salmo 100.
Oración:  Padre. Antes de entrar en la capilla, donde tu Hijo es adorado, en el umbral, rezo la oración de acción de gracias, pausadamente, repitiendo en mi interior: “servid a Yahvé con alegría...Él nos ha hecho y suyos somos...entrad por ss puertas dando gracias… pues bueno es Yahvé y eterno su amor”.

lunes, 27 de marzo de 2017

L'Ollería. Cristo de la Palma.


L’Ollería. Cristo de la Palma.

Siguiendo la CV-640 y dejando tras de sí la antigua fábrica de toallas El Trovador, entra el caminante en la villa de l’Ollería, alzada entre los barrancos “La Foya del Port” y “de la Freira”. Las calles El Ravalet y Pintor Sorolla le conducen al lugar donde se ubicaba el antiguo cementerio parroquial, mencionado en 1849 por el diccionario Madoz, “de sólida construcción y espacioso, con su ermita habilitada para celebrar la misa”.  Con el traslado del camposanto, posiblemente fue abandonada,  por cuanto Sanchis Sivera no la menciona. Posteriormente en 1950 fue construido el actual edificio, siendo durante décadas la última parada de las comitivas fúnebres, dejando el ataud a los pies del Cristo de la Palma y rezándose un responso.

De gran devoción todos los viernes a las tres de la tarde sonaba la campana, reuniéndose un grupo de mujeres y cantando en valenciano “la Mort y Pasió”.

Descansa el peregrino, bajo la sombra de los árboles, en la pequeña plazoleta. Y allí alza la vista, recreándose en las sencillas líneas de la fachada.

Pintada de blanco con zócalo gris, decoración crema, consta de puerta inscrita en el arco formalete, un pequeño óculo o ventana redonda, cornisa con espadaña en las esquinas por jarrones y rematada por la cruz.

El interior rectangular es dominado por la hornacina donde se venera la imagen del Cristo de la Palma.

“Es impresionante su cara muerta,  caída sobre el pecho. Da, sin embargo, una dulce sensación de paz y de sueño deseado. ¡Todo se acabó! Todo se acabó en la paz honda del que cumplió su deber. Y en ese acabar está la plena felicidad” (Luis B. Lluch Garin).

Lectura: Job 30

Oración:  Padre, delante de la imagen oculta a mis ojos por el velo de la fachada, hago mías las palabras del santo Job: “se ríen de mí…, se alejan de mí horrorizados, escupen a mi paso sin reparo…, mi vida se diluye…, el mal perfora mis huesos, no descansan las llagas que me corroen,…” Y permanezco a la escucha, sin mirar el reloj, esponjando mi corazón con los sentimientos de tu Hijo, expresados en esta oración.

 

 

Montaverner. Iglesia parroquial de san Juan y Santiago.


119. Montaverner. Iglesia parroquial de san Juan y Santiago.

El caminante siguiendo las huellas del Cid Campeador y Jaime I el Conquistador, dos caballeros sobresalientes en el campo de batalla, entra en este pueblo fundado por el monarca. Así lo anotó: “E aquí nós faem una pobla que ha nom Orimbloi e faem altra pobla en Vall d’Albaida, que ha nom Montaverner” (Llibre dels Fets, 502).

Después de visitar los ríos Albaida y Clariano, los puentes “Llarg” y “Curt” y las numerosas fuentes (Senia, Quatre Xorros, Molí, l’Anglés, Ca Blanc y Povil), el peregrino se dirige hacia la Iglesia Parroquial de los Santos Juan y Santiago.

Allí, sobre la puerta le bendice el apóstol san Jaime, mientras contempla la torre concluida en 1763, de planta cuadrada y tres cuerpos. En el primero se hallan los relojes de sol (2002) y mecánico, y en la izquierda el capitel románico con las armas de Aragón y un sillar con la fecha , situados en el segundo y primer tramo. La sala de campanas alberga a María dels Dolors (1941, 56 kg.), María Loreto (1941, 138 kg.), María dels Dolors (1967, 275 kg.) y Santo Tomás de Villanueva (1817, 614 kg.).

La puerta principal de líneas sobrias le introduce al amplio  y espaciado templo, cuya construcción comenzó en 1732 a iniciativa del párroco Dr. Joseph Esplugues Revert (1731-1787). Sobresale la cúpula (1734), el crucero con los retablos neoclásicos de san José y san Blas, el altar mayor, las capillas de la Inmaculada (principios s.XVIII) y de la comunión, ésta de estilo moderno (finales años 50). En su interior se conservan pinturas de Salvador Valero (s.XVIII) en la capilla del Cristo e Ismael Blat (principio del s.XX) y Germán Calvo (segunda mitad del pasado siglo), una pieza de mármol buscarró labrada durante el periodo romano, lápida del párroco Esplugues, la pila bautismal (1909) y las imágenes de Enrique Galarza del Cristo de la Paciencia y san Blas.

Lectura: Eclesiástico 15, 2

Oración:  Padre. Repito en mi interior “como una madre le sale al encuentro, lo acoge como una joven esposa”. El amor que recibe el hijo y el marido experimento cuando entro por sus puertas. Mi espíritu halla hallo paz y sosiego, amor que abrasa.

 

Montaverner. Cristo del Monte Calvario.


"Yo creía, sigo repitiendo como al principio de este artículo, que esta ermita era la principal. Y he comprobado después, gracias a las noticias del amigo [Ramón] Fita Revert, que la Ermita importante es la de Colata” (Luis B. Lluch Garín).

Pero no por ello el entorno del “Calvari” deja de ser uno de los lugares más visitados de la población, tanto por vecinos como por foráneos, quienes protegidos por el Árbol de la Cruz, los pinos y cipreses almuerzan en este remanso de paz donde se funde el aroma de los árboles y del humo de la carne abrasándose por el fuego, recogiendo el alma del hombre primitivo, quien en la Edad del Bronce habitó el “Tossal del Calvari”, cuyas cenizas contemplaron la luz durante las excavaciones realizadas en 1978.

Asciende el peregrino por “un largo camino de cipreses, tan impresionante por su belleza y armonía que es quizás para mí, el más espectacular que han visto mis ojos”, escribía en Las Provincias el 16 de julio de 1968. Pasos lentos, pausados en la contemplación de las estaciones del via crucis, el río Albaida y el valle.

En la cumbre, rodeada por los olivares, sale al encuentro del caminante el arco rematado por una cruz de piedra sobre la clave, introduciéndole en el interior de la pequeña plazoleta iluminada por la fachada alzada en 1941. Ésta consta de los siguientes elementos arquitectónicos: dos jambas y arco de sillares enmarcando la puerta de hierro, la estación XIV del calvario, el frontón con adornos piramidales y la espadaña, sin campana, rematada por la veleta.

En el interior de este edificio, con bóveda de cañón,  construido en 1941 se venera en el retablo neoclásico la imagen del crucificado después de recibir la lanzada. La bóveda de cañón y la planta de cruz latina a san José, san Vicente y los cuadros de la Dolorosa y Santa Faz.

Lectura: Salmo 135, 1-4

Oración:  Padre.  En el corazón de este paraje miro la ermita y recuerda a Dolores, aquella santa mujer de corazón anacoreta, rezando ante la imagen del Cristo durante las horas de oración, alabando “al Señor, porque es bueno” y te doy gracias por este testimonio de fe que permanece vivo.

lunes, 6 de marzo de 2017

Montaverner (Colata). Virgen de Loreto.


Siguiendo el camí La Venta alcanza el peregrino el río Albaida, descansando junto a su fuente y lavadero. Después el camino atraviesa el tramo del río Albaida, donde las aguas se ensanchan, término romano arabizado que da nombre a la partida, “Aqualata” o Colata. Allí, en el margen meridional “existió una villa romana, con sus tierras construidas en cuadrículas y monumento a Hércules”  (Enciclopedia de la C. Valenciana).  bodegas”.
 Posteriormente se levantaron en el lugar sendos poblados moriscos, Vistabella y Colata, cuyas piedras, con posterioridad a su expulsión en 1609 sirvieron para construir la actual casa, de la que apenas queda la fachada lindante con el camino.
Entre el río y la vivienda del s.XVII se encuentra la tercera ermita dedicada a Nuestra Señora de Loreto. Su origen se remota a los años 1574-1607, es decir, entre la desmembración de la parroquia de Bufali y la visita pastoral, dedicándose a la Virgen de Loreto “devido que esta Parroquia conservase la devoción de María SS. y la antigüedad de tener en su distrito Iglesia dedicada a esta divina Señora” (Dr. Esplugues). Posteriormente durante el curato de Phelip Marti (1614-1622) fue derribada y construído un nuevo santuario, el cual permaneció hasta el 8 de septiembre de 1906 cuando fue bendecido el actual templo de estilo neogótico. Posteriormente recibió la visita de los arzobispos de Valencia los cardenales García-Gasco (2006) y Osoro (2012) y de la imagen peregrina de la V. de los Desamparados (2015).
La fachada consta de puerta enmarcada por un arco formalete, ventana, cornisa triangular, con dos pináculos y cruz. A través de las mirillas se contempla el luminoso y blanco interior con el templete custodiando la imagen de la patrona de Montaverner.
Lectura: Lucas 15, 6-10
Oración:  Padre. En este desierto medito la parábola de la dracma perdida. Me identifico con la moneda y al mirar a la Virgen de Loreto recuerdo las veces en las que ella me ha buscado para llevarme a ti. Y le doy gracias por no cesar de rogar por nosotros pecadores. Pausadamente rezo el Avemaría.
 
 

Alfarrasí. Iglesia de san Jerónimo.



El Camino del Cid y la Ruta de los Pueblos del Río alcanzan “el centro de la dilatada elipse que forma el horizonte de la Valle de Albaida” (Diccionario Madoz, I, 1845), lugar formado por “trescientas siete casas de poca altura, que forman un cuadrado perfecto, con calles rectas y una plaza también cuadrada en su centro” (Ib.), 

Asomándose a él, se alza la meseta con las estaciones del serpenteante calvario y los cipreses. Entre ellos “tres que custodian un poyo [banco] de obra y dos capillitas, ‘las tres Marías’, así los he bautizado”, publicaba en Las Provincias el 19 de julio de 1968 Luis B. Lluch Garín. Cual reina preside el lugar la ermita octogonal dedicada al Cristo de la Agonía, “al que se tiene mucha devo-ción”  (Sanchis Sivera, Nomenclator).

Según los documentos transcritos en los libros de fiestas, por José Moscardó Úbeda, su origen se encuentra en la petición realizada al Arzobispo de Valencia en 1739 por parte del párroco y feligresía de Alfarrasí. En ella solicitaron licencia para construir una ermita dedicada a la Virgen de los Dolores.

El edificio tiene una singular cúpula achatada. En la fachada está formada por dos  pilastras,  una ventana con dos arquitos y un parte luz y, empotrada en el frontón barroco la espadaña con el cimbalillo y la veleta. En la puerta se lee “Año 1880”.

El interior es presidido por la viva imagen del titular, el Cristo de la Agonía, obra del artista Pio Mollar. Ésta se halla en el retablo neoclásico. Y a él le acompañan dos ángeles y en los cuatro altares que rodean el óvalo interior,  las imágenes de  la Santísima Trinidad, la V. de los Desamparados, la V. de Fátima y Sta. Cecilia. Además cuenta con sacristía, púlpito de obra, en la parte del Evangelio y coro sobre la entrada. 

Lectura: Juan 17, 1

Oración:  Padre, abro la Biblia al azar, mis ojos son iluminados por esta oración de tu Hijo: “Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo”. Ésta es mi oración, que vuestro deseo se haga realidad en mi corazón y se muestre en mis palabras y obras. Ayúdame a hacer de toda mi vida una glorificación de tu Amor, bañando amor a los demás.

Benissuera. Iglesia de san José.




  Dos senderos se unen en la iglesia parroquial: la Camino del Cid y la Ruta de los Pueblos del Río. El  primero entra por la carretera de Sempere (CV 613), la calle Alta hasta alcanzar la iglesia parroquial, mientras el segundo sale a su encuentro desde el “camí del Molí”. prosiguiendo juntos por el “Camí de la Font”, ladeando el río Albaida.

El peregrino se detiene en este pueblo de “cincuenta casas, algunas de las cuales son inhabitadas”, constataba el Diccionario Madoz en 1846, “193 habitantes”, siglo y medio después (Gran Enciclopedia de la C. Valenciana, 2006), admirándose del palacio renacentista del s. XVI y el templo dedicado a san José.

Su origen se halla en la creación de una vicaría temporal, a instancias de la familia Bellvis, señora del lugar. Durante el s.XVIII fue levantada la iglesia, alzándose a principios del siglo XX el campanario. El 29 de diciembre de 1953 fue elevada a iglesia parroquial, siendo restaurada en 1966 y finales del siglo XX y de la primera década del presente siglo.

El edificio consta de fachada con puerta adintelada, ventana donde es venerado san José y sobre ella el campanario formado por dos cuerpos. En el primero se encuentran las campanas Santa Bárbara (1840) y Santa Margarita (1954), una pequeña torre de dos alturas con veleta corona el edificio.

El interior rectangular (173 m2)   consta de la nave, crucero, capilla de la comunión y sacristía, venerándose en el retablo neoclásico la imagen del titular al que acompañan la Virgen de la Medalla Milagrosa y San José, a ambos lados y la réplica del Santo Cáliz a los pies. También alberga las tallas del patrono, el Cristo del Amparo, el Sagrado Corazón y la Virgen de los Desamparados, a las que se suman diversos frescos, litográficas, y artísticos cuadros realizados con fragmentos de cristal.

Lectura: 1 Crónicas 13, 6-7

Oración:  Padre. Hoy escucho el traslado del arca de Dios, leo “la cargaron en una carreta nueva” (7), misión de José al llevar a tu Hijo. Haz que esta carreta cargue con tu Evangelio, con la alegría de David.  

Sempere. Cristo de la Divina Provindencia.




Siguiendo la silueta dibujada por las aguas de la presa de Bellús el caminante entra en el pequeño pueblo de Sempere.

 Éste se halla “situado en el centro del valle de Albaida sobre una colina de poca altura” (Diccionario Madoz), contaba en 1844 con “cuarenta casas de mala fábrica, un palacio del marques de San José, señor del pueblo, iglesia parroquial (San Pedro Apóstol), fundada en 1542” (id.), a la que el sacerdote valenciano D. José Sanchis Sivera añadió “una ermita llamada del Calvario, dedicada al Cristo de la Divina Gracia (sic), la cual fue comenzada en 1740, terminándose diez años después. […]. En nuestros días [1922] se han hecho notables obras de reparación y adorno y en 1894 se fundó una capellanía con carácter coadjutorial” (Nomenclátor). 

Oratorio situado sobre un pequeño cerro, lugar para detener los pasos y contemplar la belleza del embalse y los pueblos de Sempere y Benissuera, éste a escasos metros de la colina.

La ermita la meta del calvario formado por catorce capillas enanas y singulares, carentes de retablo y del cementerio anexo a ella.

Es pequeña, de elevados muros, con tres ventanas góticas en las paredes laterales, cubierta a dos aguas, puerta de arco escarzado, protegida por una reja de hierro, ventana ojival y frontón coronado por adornos piramidales en las esquinas y espadaña fundida en 1992 de 35 ctm. y 245 kg. El interior vacío cuenta con bóveda de crucería y altar neoclásico, sin la presencia del titular, venerado en la iglesia parroquial.

Lectura: Ezequiel 33, 7

Oración:  Padre, al azar abro la pequeña Biblia de Jerusalén y me ofreces estas palabras: “A ti, también, hijo de hombre, te he hecho yo centinela de la casa de Israel”. Rezo con estas palabras, en este lugar donde la imagen de tu Hijo se alzaba como centinela sobre las casas de Benissuera y Sempere. Él es mi centinela.

martes, 31 de enero de 2017

Guadassequies. Cristo del Amparo.


Prosigue cual soldado de D. Rodrigo Díaz de Vivar, acompañando al Campeador por estas tierras legendarias merced el “Cantar de Mio Cid”, buscando bajo la cubierta de tierra las calles atravesadas por el caballero castellano.
Allí, “situado en el extenso, cuanto fértil valle de Albaida, a la izquierda del río de este nombre, con libre ventilación y clima saludable” (Diccionario Madoz, 1847), encontrará el que “es un pueblo que tiene algo que para mí ha producido una grata sensación: la paz absoluta que se percibe sensualmente a la entrada del pueblo”,  escribió Luis B. Lluch Garín en Las Provincias del 17 de mayo de 1968, después de visitar la ermita cuando ésta se encontraba solitaria entre el pueblo y la nacional 340.
El lugar constituye un bello mirador hacia el pueblo de Sempere y la presa de Bellús, rodeado por cipreses y las estaciones del calvario, mientras las voces de los niños en la escuela acompañan al peregrino.
Saluda al caminante la fachada con sendas mirillas abiertas al interior formado por la nave, el crucero y el ábside donde es venerado el cuadro de Cristo Crucificado acompañado por su Madre, Juan el Evangelista y María Magdalena. En las capillas son veneradas las Sagrada Familia y Santa Teresa.
Y sobre el edificio construido en 1906 y rehabilitado en 2002, se alza la espada con la campana y la cúpula rematada por cupulín y la veleta.
Lectura: Salmo 109, 1-5
Oración:  Padre, arrodillado, a travesando mis ojos la celosía, mira el cuadro de tu Hijo, susurrando en mi interior tus palabras: “en pago a mi amor me acusan / mientras yo rezaba por ellos; / me devuelven mal por bien, / odio en cambio de amor”. Y pienso en mis pecados, siento tristeza al escuchar el lamento de tu Hijo. Mientras Él reza por mí, yo le devuelvo mal por bien, odio en cambio de amor

Bellús. Cristo de la Buena Muerte.


El Camino del Cid asciende a través de “l’Estret de les Aigües” hacia la comarca de la Valle de Albaida. Tierra de blancas colinas pintadas por los olivos y las viñas. Siguiendo el curso del río alcanza Bellús, la puerta septentrional de los popularmente conocidos como “Poblets del riu”, lugar de veraneo durante los siglos XIX y XX, merced al “nacimiento de la copiosa fuente de la Alfama, cuyas aguas, limpias, sin color ni sabor, son jabonosas y de una temperatura de 20 grados, habiéndose hecho célebres por las maravillosas curacionesde las afecciones reumáticas” (Diccionario Madoz, IV, 1846), domésticadas en el asolado balneario, sobre el que descansan las aguas del embalse construído en 1995.

El caminante atraviesa la población en dirección este, contemplando la ermita alzada en 1935 sobre el antiguo edificio y dedicada al Cristo de la Buena Muerte. Esta imagen fue esculpida en 1941 por Antonio Royo Miralles y José Ravasa Pérez y firmada por Galarza (cf. Arte Sacro imágenes, CD Arzobispado de Valencia). Cerca de ella, en un anda, es venerada la titular de la parroquia, Santa Ana con la Virgen Niña. Ambas se encuentran en la nave con bóveda de cañón sustentada por arcos fajones.

En el exterior se observan los tres cuerpos: la nave, la cúpula pidamidal y la sacristía. Su fachada consta de puerta con arco de mediopunto y mirilla cuadrada, cuatro pilastras adosadas, ventana con vidriera representando a Cristo crucificado y la Madre Dolorosa, frontón triangular y espadaña rematada por una veleta y el cimbalillo, fundido en 1878, de 17 kg., leyéndose en él:  “SAN JUAN PAQTISTA BAOSDEBELLOS A ON / 1878” (campaners.com).

Lectura: Filipenses 5, 13-18

Oración: Padre. Cual fuente cercana al río, desde este manantial mana la paz, fluir desde la imagen, lenguaje comprendido mediante tu Palabra. “Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual modo Dios llevará, con él, por medio de Jesús, a los que han muerto”. Abro mi corazón para en el silencio del lugar sea bañado por Ti.

 

Annahuir. N.S. de los Ángeles.


“Situado en lo más hondo de la vega de esta comarca, a la orilla derecha de la rambla de Montesa y en la parte septentrional de la elevada sierra de Bernisa, distante ocho minutos, cuya circunstancia hace que su atmósfera se halle demasiado oscurecida, principalmente en el invierno, durante el cual los rayos del solo no iluminan el pueblo hasta las diez de la mañana; este defecto se encuentra subsanado en parte por las buenas vistas que disfruta hacia el norte, descubriéndose la dilatada y risueña vega de Játiva y porción de poblaciones diseminadas en aquella dirección y en la del este” (Diccionario Madoz, II). De este modo describía en 1845 la pedanía de Játiva.

Pequeños núcleos de población donde serpenteando la carretera el caminante contempla los naranjales, industrias y viviendas de la Costera, deteniéndose para orar en las iglesias y ermitas. Entre ellas hoy se detiene ante el edificio dedicado a la Virgen de los Ángeles. Éste se muestra emparedado entre dos casas que casi ocultan la fachada. En ella se muestran el zócalo de piedra, la puerta adintelada, una farola, la ventana y la espadaña de ladrillo, con su campana de 81 kg., fundida en 1830 y la veleta rematada por una cruz.

El interior apenas puede otearlo por la cerradura, si bien Luis B. Lluch Garin lo describió en el artículo publicado por Las Provincias el 30 de diciembre de 1978, contando con el altar mayor presidido por la titular y dos altares laterales con las imágenes de San Antonio Abad, el Niño Jesús y la Virgen del Rosario. En las paredes se veneraban enmarcadas las oleografías de S. Miguel, Virgen del Perpetuo Socorro y Nuestra Señora del Carmen.

Lectura: Proverbios 23, 22-25

Oración: Padre. Miro por el ojo de la cerradura, mientras rezo a la temblorosa imagen de la Virgen María. En la penumbra recuerdo a mis padres, quienes con sus brazos me enseñaron a caminar. Y te pido por ellos, para que en el cielo o en la tierra sigas abrazándolos. Tomo la biblia y leo: “Escucha al padre que te engendró, no desprecies la vejez de tu madre”.

 

Alboi (Genovés). S. Juan Bautista Niño.


109. Alboi (Genovés). S. Juan Bautista Niño.

Se adentra el caminante por “l’Estret de les Aigües”, “en la falda del monte blanco, en la cordillera de montañas que cierra al oeste el Valle de Albayda, a la poste opuesto; al sur de la vega de Játiva y cercado por cerros pequeños del que fluyen varias fuentes” (Diccionario Madoz I) se encuentra el caserío de Alboi, agregado “al municipio de Genovés por la Real Orden de 27 de diciembre de 1845” (J. Sanchis Sivera, Nomenclator), habiendo pertenecido su señorío “en el siglo XVII a D. Juan Sanz, y luego al conde de Rótova” (Ib.), constando en tiempos del Patriarca de “27 casas de cristianos nuevos y su iglesia tenía por titular a la Santísima Virgen; hoy tiene a san Juan Bautista” (Ib).

En la única calle de esta pedanía, dedicada al santo precursor, se encuentra la que “nosotros le hemos dicho siempre la ermita”, contaba un labradora Luis B. Lluch Garin, quién anotó: “es amplia y de planta rectangular; en el centro hay un arco ojival que arranca del suelo formando a los lados dos pilastras adosadas; el púlpito está junto a las pilastras; el altar está pegada a la pared y sobre la mesa de éste destaca la imagen de tamaño natural de san Juan Bautista Niño” (Las Provincias, 24 de octubre de 1978)

El peregrino, situado delante de la fachada inclina la cabeza y lee en un moderno panel: “construida sobre el año 1574”, mientras en una inscripción de mármol se anota “EN TESTIMONIO DE AGRADECIMIENTO ALBOY A D. JOAQUIN SOLER LLOPIS. 24-6-1980”. Alzándose hacia lo alto observa la espadaña con cruz de hierro forjado y campana de madera antigua fundida el año de su construcción.

Lectura: Proverbios 1, 7

Oración: Padre. En este lugar me hablas: “el comienzo de la sabiduría es el temor del Señor, los necios desprecian la sabiduría y la disciplina”. Sentado en el banco de piedra, me abandono en ti en el silencio de la mañana, mientras la frase cual rayos del sol alcanza el núcleo de las células de mi vida.

 

Bixquert (Xàtiva). Dulce Nombre de María.


El caminante se adentra en la “Serra Grossa”, con sus3 km. de ancho, surcada por el río Albaida a su paso porel “Estret de les Aigües” y la CV-620 (antigua N-340).

Sierra de gran belleza paisajística, de pinares, chopos,olmos y vegetación mediterránea, sobre la que libremente vuelan el águila perdicera, el halcón peregrino y la garza real. Hogar del hombre de Neandertal, cuya huella permanece en la”Cova Negra”, del musulman constructor del canal de Bellús a Xàtiva y el cristiano artífice de los acueductos góticos de les “Arcadetes de Alboi”. Tierras de Bixquert, algunas de ellas donadas en 1267 por el rey Jaime I a un tal Navarro, ballestero del monarca.

Es a 1,10 kilómetros del Castillo y 1,92 km de la Cova Negra donde el peregrino, tomando un sendero situado a 3 kilómetros de la ciudad Setabense, en la carretera de Alfarrasí, encuentra el blanco edificio de líneas modernas, dedicado al Dulce Nombre de María.

Posta espiritual destinada a cuantos circulaban camino de Valencia o Alcoi y los que, huyendo de las altas temperaturas de la ciudad de los Borjas, descansan en los chalets diseminados por este valle.

Sorprende la verticalidad del edificio, alzándose hacia el cielo cual Cristo resucitado que asciende del sepulcro, rayo del sol clavado en la piedra. En lo alto la muda campana, con truya de hierro y la epigrafía “CONCEPCIÓN BISQUERT AÑO 1955”.

El singular templo cuenta con cuatro brazos todos ellos idénticos, ovalados y con ventanas o puertas de hierro. Decorando la cubierta de la nave y mirando hacia la entrada se halla un mosaico circular con el busto del Sagrado Corazón bendiciendo, rematando la cubierta exterior una cruz blanca.

Lectura: 2 Reyes 18, 1-8

Oración: Padre, la mirada descansa en este edificio, medito este fragmento, dejando que tu Espíritu filtre en las secas grietas de mi corazón estas palabras: “Ezequías puso su confianza en el Señor, Dios de Israel; se adhirió al Señor y no se apartó de él, guardando los mandamientos”.