“No
parece sino que la naturaleza se ha esforzado en prodigar todos sus preciosos
dones en aquel terreno; y cuando se tiende una mirada a la vasta llanura que se
prolonga por el norte hasta Valencia, el ánimo se extasía contemplando tanta
belleza y frondosidad” (Diccionario Madoz, IX), experimenta quien emprendió
desde la Basílica el Camino del Cid y de Santiago. Es un momento para detenerse
en este paisaje moro de acequias y naranjales, donde según la leyenda,
habiéndose peleado los ermitaños de Santa Ana y el Puig, suplicó la población
al buen Dios los separase y así lo hizo, distanciando ambas montañas, por lo
que “entre Santa Anna i el Puig hi ha un pam de Déu”.
A
ella, dedicada a Santa María en la Encarnación, se accede por una empinada
senda. El peregrino, cautivado por las ruinas, con dolor y esperanza contempla
el lugar alzado durante el s.XIV. Los muros de sillares muestran los avatares
de su historia: en 1875 y principios del
s. XX reconstrucción, posterior abandono y en 2010 merced, entre otros a
“Salvem el Puig”, lenta restauración, con la consolidación del edificio,
proyectándose la recuperación de la bóveda de crucería y los elementos
escultóricos, pictóricos y cerámicos.
El
conjunto cuenta con atrio, vivienda del ermitaño, templo y aljibe. El primero,
en ruinas, es cuadrado y sustentando la techumbre con bóveda de aristas
emergiendo de unas ménsulas de ropaje, mientras la iglesia de una sola nave y
bóveda de crucería sobre pilastras, sobresalían en las claves los relieves con
la anunciación y escudo de la ciudad setabense.
Lectura: Isaías 5, 1-7
Oración:
Padre, contemplando
las ruinas y la vega del Albaida, medito el “Canto de la Viña”, deteniéndome en
las palabras más significativas y descubriendo en los naranjos tus cuidados
para conmigo. También al mirar los muros y cascotes, los identifico con las
heridas provocadas en mí por el mayor de mis pecados: la indiferencia hacia ti
y mis hermanos, en momentos concretos que trato de recordar, contemplar y
rezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario