Asciende hacia la fortaleza el caminante, encontrando
ante sí la puerta por donde según la tradición, rendida la ciudad de Xàtiva, el
Conquistador entró. Memoria grabada en la piedra: “Dia 7 Junio del año 1244
entró por esta puerta llamada de la Aljama el Rey Dn. Jaime I. Esta antigüedad
la renovó Eduardo Cardona en el año 1865”.
La ermita barroca del s.XVIII, obra de fray Vicente
Cuenca, fue descrita por el Diccionario Madoz en 1847 con estas palabras:
“situada en las mismas faldas del castillo, nueva y hermosa, construida en
forma de cruz latina, de orden corintio de muy buen gusto por la sencillez de
su ornato; tiene nueve retablos dedicado el mayor a san José y santa Bárbara;
su construcción se debe a la piedad de aquel vecindario, y su conservación se
halla a cargo del gremio de carpinteros” (tomo XI, pg. 604).
El conjunto consta además de la vivienda del
ermitaño y las puertas laterales y principal, ésta abierta en la torre campanario, al pie de la iglesia y
formada por la ornacina donde fueron veneradas las imágenes de los titulares, la
sala de las campanas María dels Desemparats (1942) y Bernardo (1948) y el
tercer cuerpo de planta octogonal cubierto por un cupulín rebajado con veleta
de hierro.
En el interior constató en 1963 Luis B. Lluch Garín
la profusión de lápidas sepulcrales de mármol rosa en el pavimento, con fechas que
arrancaban de 1769, tibias, calaveras, inscripciones “aquí llace un maestro
hornero,…, un escribano,…, un joven de 25 años”. En el mismo artículo recuerda
a la ermitaña, porque “estic ací per el
Patriarca Sant Jusep”, mientras recordaba al canónigo de la Seo D. Pascual
Terol, quién “era un sant” que desde la
cruz bendecía la huerta de Játiva.
Lectura: Salmo 16, 6
Oración:
Padre. Imagino a la
ermitaña, cuidando del lugar, mientras alzaba la mirada a san José. Y me digo
para mí, hijo tuya a gran distancia de esta hermana, “me ha tocado un lote
delicioso, ¡qué hermosa es mi heredad”. Rezo y te pido un tercio de la fe de
esta mujer.
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