martes, 29 de abril de 2014

Petrés. Santo Domingo.



A los pies de la montaña de la Ponera, coronando el calvario bendecido en 1878 y recientemente restaurado, el peregrino contempla la ermita dedicada a Santo Domingo.
Hemos de remontarnos hasta 1721, cuando después de obrarse un milagro atribuido al santo, Jaime Villalba animó la construcción de esta ermita, concluyéndose cuatro años después. El edificio de 13 metros de lado es de  una sola nave con capillas laterales, bóveda de cañón en su interior y cubierta a dos aguas, sustentada por contrafuertes. Cuenta además con sacristía y casa del ermitaño. En la fachada se levantan las estaciones XII y XIV custodiando la puerta sobre la cual se venera el descendimiento del Señor y el titular en sendos retablos cerámicos y el nombre del titular. Toda ella es rematada por la espadaña con su cruz y pequeña campana dedicada a la Purísima, fundida en 1979.
En el interior según Luis B. Lluch Garín se albergaba en 1964 oleografías y grabados de la Inmaculada, Sagrada Familia, Sagrado Corazón, San José, el Niño Jesús y la Virgen del Carmen, presidiendo todo el espacio la imagen de Santo Domingo de Guzmán con el hábito negro y blanco y el perro a sus pies. Se refiere el autor al personaje local de quien le habló el párroco, “el tío Mingo”, el ermitaño, “quien hacía de relojero y hojalatero, bajaba al pueblo, recogía su trabajo, se lo subía a la ermita y al día siguiente lo entregaba”. Pero el tío Mingo era sobre todo el alma de la fiesta de santo Domingo. Ese día subían los vecinos al lugar, él hacia las paellas y les servía agua del pozo, “buena y fresca”. 
 
Lectura:  Mateo 11,25-30
Oración: Padre. Quisiera ser como la campana en los días de fiesta, fundida en el horno del Amor, vacío de mí mismo, cantar tus alabanzas. Ser un eco de la voz de los humildes, de fe sencilla y esencial. Las últimas estaciones del calvario me hablan de ellos: murieron a su egoísmo para resucitar contigo,  en los tiempos de desolación hallaron en Ti su consuelo y como Domingo su vida fue una antorcha de luz. 

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