viernes, 17 de abril de 2015

Antella. Cristo de la Agonía.


Hacia el Azud de Antella se encamina el peregrino. En el camino, se asoma el Calvario, conduciéndole cual acequia hacia el río de las aguas vivas.

Una verja de hierro le impide alcanzar la cima. Observa con atención, fijando la mirada en los escalones anchos, donde se anota en ladrillo “AÑO-1967”, las estaciones góticas con los azulejos, con la singularidad de ser iluminada cada capilla por una bombilla. La fachada es blanca, con porche enrejado, óculo, cornisa mixtilínea, espadaña, cimbalillo y cruz de hierro. Mientras observa, sale de la casa del ermitaño, Gloria. Ella vive allí con su familia, el olivo y el pocito. Le abre y ascienden hacia la ermita.

En el porche los santos José y Vicente, pintados por J. Pla en sendos retablos de cerámica valenciana, le saludan. Y al entrar el peregrino no puede más que sorprenderse ante la belleza de esta “capilla Sixtina de la Ribera”, “fueron pintados el año 2000, por el joven artista José Antonio Espinar, que ahora es famoso”, a ellos se suma la representación de la Verónica. Así es, natural de Alzira, estudio con quien escribe B.U.P. en el Rey D. Jaime, y ya apuntaba.

En sus palabras el amor de tantas mujeres que cuidan de las ermitas en nuestros pueblos. La belleza del lugar, los cuadros y las imágenes sumergen al orante en el Misterio Pascual: Jesús le contempla desde el Sagrario, presencia viva de la Pasión. En lo alto el Cristo de la Agonía, representación dramática y serena a la vez de quien grita y confía. En este claustro de oración se unen un icono de la “Anastasis” y la fotografía de la “Pietà”, ambos traidos de Roma y las imágenes de la V. de los Desamparados y los santos Ana, Policarpo, Lucía y Bárbara.

Lectura:  Salmo 103, 3-4

Oración: Padre. Leo en el misal del altar la antífona de entrada: “Que se alegren los que buscan al Señor. Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro”. Mientras desciendo te doy gracias por que en este lugar, en cada cuadro he encontrado la alegría de quien recurre a tu Hijo.

 

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