En un recodo de la carretera
CV 543 (Cogullada-Alberique), siguiendo el Camino del Cid, de Santiago y la
“Ruta dels Monestirs”, encuentra el peregrino
un jardín de cipreses y almeces arropando la pequeña ermita dedicada a san
Roque. Después de descender los peldaños descubre con admiración la fachada
románica, reviviendo el gozo de quienes en las iglesias encontraban el
descanso.
Así ante la mirada contempla una las llamadas “de reconquista”, levantadas
durante el s.XIII, donde se combinaban los diversos estilos de la época.
Es el edificio de paredes sin aperturas
y sólidos contrafuertes, con fachada románica formada por dovelas desiguales,
tragaluz, espadaña del s.XVI y cornisa mudéjar. El interior se encuentra
dominado por los cuatro grandes arcos ojivales sobre los que descansan las
vigas y la techumbre con formas geométricas y rombos con las barras de Aragón.
Luis B. Lluch halló en el altar el retablo de san Roque pintado por el antiguo
profesor del I. B. Rey D. Jaime de Alzira, Paulino Peris Guerola.
En el silencio recuerda su pasado como
poblado de Ternils, la entronización de la Virgen de la Salud, donada por Paulo III,
el abandono del lugar debido a las riadas y traslado en 1537 a Cogullada de la tabla, así como la
veneración de san Roque, protector de las epidemias provocadas por los
arrozales. También se asoma el renacimiento desde la declaración como Monumento
Historico-Artístico Nacional en 1979 y la consiguiente restauración por parte
de las administraciones públicas.
Lectura: Juan 6,15
Oración:
Padre.
Siempre me ha sorprendido la reacción de tu Hijo después de la multiplicación
de los panes. Así nos lo relatas: “Jesús se dio cuenta de que pretendían
proclamarlo rey. Entonces se retiró de nuevo al monte, él solo”. En el trabajo,
la parroquia, la asociación,… la tentación más sutil es la automplacencia. Por
eso necesito la oración, para volver a
ser criatura tuya, apartarme del trono de la gloria para sentarme en el trono
de tus brazos, de la humildad.
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