Adentrándonos
por el sendero GR 10 alzamos la Ermita del Sagrado Corazón. Cerca se
encuentra la fuente de Barraix, la cual
según D. José Sanchis Sivera “se considera como medicinal y sus aguas tienen
mucha fama”.
El
edificio religioso es de planta rectangular, con fachada alta y espigada y
techado a dos vertientes muy pronunciadas cubiertas de tejas catalanas. En el
frontón sobresale un óculo grande y la cruz de hierro con remate trilobulado en
la espadaña. En la puerta aparecía el doble anagrama de Jesús y María y una
fecha: “3 de agosto de 1922”.
El interior
de la ermita es de techo abovedado, iluminado por la luz que atraviesa los
cuatro óculos laterales, custodiando la
imagen del Sagrado Corazón. Luis Lluch Garín describía el pequeño recinto del
siguiente modo: “en los parámetros laterales hay dos oleografías: una de
nuestra Patrona, la Virgen de los Desamparados, y otra de nuestro Patrón, San
Vicente Ferrer. Sobre el dintel de las puertecillas sobresalen dos repisas con
las imágenes de la Inmaculada y san José”.
El
blog ermitascomunidadvalenciana.com denuncia la situación del templo, el cual
“a pesar de estar en uso, se encuentra en lamentable estado de semiabandono, y
sus muros y adornos son víctimas continuadas de vandalismo”, si bien en 2012 la
Diputación de Valencia comenzó la restauración.
Lectura: Lamentaciones
1.
Oración: Padre, en la soledad de este lugar, contemplo la
fachada, su espadaña sin campana. El silencio en el vacío. Tomo el libro donde
me hablas al corazón y uniéndome al dolor de Israel lloro, mientras elevo la
mirada hacia la ermita. “¡Qué solitaria está!... Pasa la noche llorando, le
corren las lágrimas por las mejillas!” (Lm 1,1-2) En sus paredes los sueños
rotos de quienes un día soñaron levantarse sobre las cumbres. En la imagen las
heridas de mis hermanos víctimas de la crisis económicas. En el cielo la
esperanza
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